- La chica nueva.
Roma O'conner vino a revolucionar el equipo de dominic toretto, y a demostrarle que ella no sigue las reglas de nadie.
Primera parte: terminada.
Segunda parte: en proceso.
Portada by me.
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Mi mente no podia creer lo que mis ojos estaban viendo. No me había preparado para este momento, porque realmente no pensaba que esto iba a suceder o almenos no tan pronto, seguia necesitando tiempo, pero ya no tenia tiempo.
Las palabras no salian de mi boca, me había quedado estática mirándolo. Mi garganta estaba seca y solo pensaba en salir corriendo.
No queria verlo y ahora estaba adelante mio, con un niño en brazos. No supe que hacer, muchos menos que decir.
—Solo hablemos, porfavor.—Pidio él, al ver que de mi boca no salia ni una sola palabra.—Puedo explicarte todo, roma. Solo necesito que hablemos y lo entenderás.
Mi mente se lleno de recuerdos. La sangre bajando por mi nariz y mi labio inferior, los cables conectados a mi cuerpo, el beso con cipher. Todo me hizo recordar porque no queria verlo nunca más.
—No hay nada que explicar.—Observe el auto negro estacionado a algunos metros de casa. Era deckard, estaba casi segura de eso.—Mucho menos algo que hablar.
—Es mi hijo.—Hizo referencia al pequeño entre sus brazos, ignorando lo que le habia dicho.—Todo fue por él, tenia que protegerlo.—Intento explicarme, pero lo frene antes que siguiera hablando.
—Felicidades, es hermoso.—Musite porque sabia que ese pequeño bebe no era culpable de nada, ni era responsable de como yo me sentia por culpa de dominic.—Pero no quiero hablar contigo.—Repeti a pesar de que, me dolia decirle eso.
—Vamos, roma..
Intente mantenerme firme, pero las hormonas no estaban ayudandome en nada. Lo mire intentando mantenerme sin dejar caer una sola lágrimas, no queria que me viera mal, ni que usara eso a su favor.
Mi mirada se desconcentro cuando el castaño de ojos verdes se acerco en compañía de su madre, pero ella se quedo a unos metros de mi casa
—¿Esta todo bien?—Me pregunto, mirando de reojo a dominic, que lo miro con su cara de pocos amigos.
—Si, sam. Dominic ya se iba—Conteste mirando al ojiverde de forma breve y volví a poner mi vista en dom, quien no dejaba de verme con seriedad como pidiendo una explicación.—Fue un gusto verte.
—Roma.
—Adiós dominic, tengo cosas que hacer.—Fingí una sonrisa.—Gracias sam, todo esta bien.
—No hay de que.—Me sonrió yéndose a su casa, con su madre. Mire una ultima vez a dominic y cerre la puerta, esperando que me entendiera y no siguiera insistiendo.
Todo este viaje había sido para mantener la tranquilidad y era lo que menos tenía.
De todas formas, estaba orgullosa de como había manejado las cosas con él y eso me dejaba un poco más tranquila, no fui débil.
Los nuevos golpes en la puerta principal, me hicieron suspirar con fastidio.
