CAPÍTULO VEINTIUNO.

785 52 0
                                    

-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-

NARRA ROMA

Sus ásperas manos se apoyaron sobre mis mejillas sonrojadas obligándome a mirarlo. No quería caer ante él nuevamente, no quería hacerle pensar que me podía tenerme así de fácil, cuando él quisiera o como él quisiera, porque no era así, pero no había dejado de amarlo a pesar de todo el daño que nos hizo y era una pelea interna constante en el interior de mi pecho.

Suspire.—¿A donde quieres llegar con todo esto? Es hermoso, pero aun no estoy preparada.—Murmure haciendo referencia a la cena que había preparado, a las rosas y los chocolate, a todo lo lindo que había hecho, pero aun mi corazón seguía frágil.

—Quiero que me perdones. Llevo semanas intentándolo.. Te prometo que estoy haciendo todo lo que esta al alcance de mis manos por arreglar lo de nosotros.—Insistió.—Porque quiero que seamos una familia y que seamos felices, lejos de todo esto.—Murmuro sin dejar de mirarme.

¿Podía confiar?

¿Estaba siendo sincero esta vez? No lo sabía, pero quería creer en cada una de sus palabras como si mi vida dependiera de eso.. porque yo quería lo mismo que él.

—¿Lo dices en serio? ¿Ya no habrá más cosas feas?—Murmure casi en un susurró apoyando mis manos sobre las de él, que seguían sobre mis mejillas aun.—No quiero volver a sentirme triste, dominic.. no quiero que le hagan daño a ella..

—Es una promesa, roma. Tienes que confiar en mi y te demostraré cuanto las amo, y cuanto anhelo que formemos una familia.

Lo mire fijamente a los ojos mientras asentía de manera suave porque no tenía palabras en ese momento. El miedo seguía recorriendo mi cuerpo, porque tenía dudas, pero de todas formas decidí saltar sin paracaídas.

Soñaba tanto con tener nuestra pequeña familia, pero a la vez me asustaba tanto que las cosas volvieran a salir mal de nuevo.

—Gracias, prometo no defraudarlas en esto.—Aseguró antes de presionar sus labios sobre los míos. Le correspondi el beso sintiéndome feliz por un breve momento.—Te extrañe tanto, cariño. Me hace inmensamente feliz que podamos volver a intentarlo y ahora con una pequeña princesa entre nosotros. Gracias por esto.—Murmuro haciéndome derretir del amor.

—Gracias por darte cuenta de las cosas e intentar arreglarlas. Es hermoso poder vivir esto y se que será importante para aliah en un futuro no tan lejano.—Le sonreí.

Asintió.—Si, ahora tendremos que ir a buscar todas sus cosas a la casa de Eric, para que ya se queden aquí de forma permanente.—Murmuro con una ligera sonrisa haciéndome caer en cuenta de que no había hablado con Eric.—¿Qué ocurre? ¿Por qué esa cara?

—Tengo que hablar con Eric antes de todo esto, ¿Si? Necesito un poco de tiempo antes de mudarnos.—Aclare sintiéndome culpable por como se iba a sentir Eric con la noticia.

Nada bueno iba a salir de aquello y me preocupaba. No quería herirlo, porque sabía como se sentía, sentirse de esa forma y no era lindo.

—Oh.. ¿Tienes que darle explicaciones? ¿Qué es esto?—Pregunto sin poder creerlo.

—No son explicaciones. Solo quiero hablar con él y que se entere por mi boca lo de la mudanza y que no sea una sorpresa para él.—Intente explicarle aunque dominic jamás estaría de acuerdo con nada que involucre al contrario.

Negó sutilmente con una sonrisa llena de ironía.—Esta bien, ve a hacerlo. Da igual.

—No hagas esto, dom..

Pedí.

—No estoy haciendo nada, O'conner.

THE NEW GIRL-  D. TORETTO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora