CAPÍTULO VEINTIDÓS.

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—¿Mudanza? ¿Tan rápido?

Pregunto sin creerlo. Su expresión era confusa, no sabía del todo si estaba enojado, triste o decepcionado de mi, y se sentía espantoso. Él me importaba demasiado como para hacerlo sentir de cualquiera de esas tres formas, no quería eso.. quería que él estuviera feliz por nosotras, pero entendía que eso no iba a ser así.

Asentí sutilmente.—Si.. queremos intentarlo, él prometió que todo estaría bien.. que seriamos una familia y lo estaba intentando, eso es importante, ¿No crees?—Murmure con nervios. Eric no reaccionaba y eso me tenía con el corazón acelerado.

Suspiro pesadamente antes de arrecostarse en el sillón, cerrando sus ojos por un momento como si estuviera asimilando la situación y eso me puso aún más nerviosa.

—Te quiero como nunca antes quise a nadie en mi vida, roma, por eso mismo voy a certe sincero con todo, porque me importas y no soy capaz de mentirte, no a ti.—Murmuro suavemente, volviendo a centrarse en la charla.—No creo que toda esta mierda este bien, no estoy feliz, ni puedo darte mi aprobación porque te estaría mintiendo, pero también entiendo que quieras intentar esto porque es el papá de tu bebé y quieres una familia.. entonces adelante, solo espero que si las haga felices a las dos y les de todo lo que ambas se merecen.

Las primera lágrimas cayeron. Me sentía tonta porque todo el mundo tenia poder sobre mis emociones, menos yo y era complicado.

—Siento mucho todo esto.. pero no quiero perderte, quiero que seas mi amigo para siempre y que estés en la vida de aliah porque no hay persona en el mundo que se merezca más estar en la vida de mi hija que tú.—Murmure entre lágrimas silenciosas.

—Lo se, se que quieres que todo siga igual entre nosotros.. pero los dos sabemos que no va a ser así, porque él me odia y es su hija.—Musito con una sonrisa triste.—Pero el tío Eric siempre estará aquí para las dos, para cuidarlas y protegerlas del mundo entero si es necesario. Cuéntale de mi y esas cosas tontas para que no se olvide, y sepa que aquí me tiene y que siempre la voy a amar como si fuese mía.

—Te juro por lo que más quiero en el mundo que vendremos cada fin de semana para que la veas, porque yo quiero que sea así y es mi hija. No va a olvidarte Eric, jamás.—Aseguró abrazándolo con fuerza. Sentí como dejo un beso en mi cabello haciéndome sonreír contra su pecho.

—Te amo, Roma O'conner.

Cerré los ojos con fuerza al escucharlo. Era tan difícil despedirme de él sin que doliera.

—Lo se, Eric.—Le sonreí.—Yo también te amo a ti y agradezco haberte tenido en mi vida, sin ti nada hubiera sido posible..

—No me amas de la misma manera.

—Pero lo hago, de otra forma, pero lo hago..

Sonrió.—Es suficiente para mi, O'conner.

Dicho eso, se levanto del sofá con una sonrisa y los ojos brillosos, yendo hacia la carriola de aliah. La tomó en brazos mirándola con amor como lo hizo desde el primer día, la llenó de besos y abrazos de oso.. esa era su forma de despedirse sin palabras.

Yo era un desastre en lágrimas, pero me hacía feliz verlo con ella. Era tan atento y cálido, agradecia que fuese así con aliah.

Era especial.

Eric siempre sería especial en nuestras vidas.

THE NEW GIRL-  D. TORETTO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora