Park Jimin es un Omega de 22 años con problemas personales, depresión y una descontrolada ansiedad por consumir drogas.
Min Suga y Min Agust son dos hermanos gemelos los cuales fueron separados al nacer. Uno es un Alfa líder de una mafia buscada por...
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Dos semanas... Había transcurrido una semana más desde que todo el caos se desató.
El avance entre Jimin y Agust era nulo. El Alfa se seguía comportando como todo un troglodita contra el menor y Jimin se seguía comportando desinteresado con el Alfa.
Sin embargo, el encierro había comenzado alterar en demasia a Jimin. El Omega comenzaba a tener nuevamente la necesidad de probar un poco de droga, necesitaba algo que lo hiciera alucinar, viajar a un mundo diferente y quizá en ese poder imaginar que todo era perfecto, que su Alfa no había muerto y que la realidad es solo una basura.
Jimin necesitaba consumir droga y para ello, había estado creando un plan en su mente, tarde o temprano resultaría y si todo salía bien, podría salir de ahí, buscar un poco de mariguana y sentirse bien. Pues por el momento solo lastima sus manos como modo de defensa, intenta controlar su ansiedad, lastimando sus manos y nadie se da cuenta de ello. Pues los únicos que entran a verlo es el mayordomo y Agust.
El Omega se encontraba en el balcón, de brazos cruzados e intentado estar tranquilo, obsevaba el clima nublado y el cuál anunciaba una pronta tormenta, la fresca brisa movía un poco el cabello del pelinegro, mostraba serenidad, mientras su uña lastimaba insensante la palma de su mano.
Pronto escuchó la puerta de la habitación ser abierta y un par segundos después, el fuerte ahora a madera y café llegar hasta sus fosas nasales. Arrugó un poco su nariz al sentir el aroma del Alfa, el prefería mil veces el aroma a madera y vino, era una combinación más exquisita para él. Ya odiaba el café.
- ¿Qué haces afuera cariño? - La fuerte voz de Min se dejó escuchar y Jimin no reaccionó ante ella - ¿No estás pensando en saltar verdad? - Intento bromear.
- Debería - Fue la corta repuesta de Jimin y el Alfa frunció el entrecejo.
- No juegues Jimin. Sabes muy bien que no tolero tus comentarios sarcásticos - Gruño.
- Y yo no te tolero a ti, pero no te lo digo cada vez que vienes - Contrataco el Omega.
Bien, Jimin debía calmar sus comentarios sarcásticos si quería salir de ahí, debía comenzar a calmarse en sus impulsos o todo saldría mal y Min Agust no lo dejaría salir de ahí, nunca.
- ¿Hasta cuándo estarás a la defensiva Jimin?
- Hasta que me dejes salir de aquí - Jimin no soportaba la presencia del hombre.
- Sabes que eso es imposible - Se negó el Alfa.
- ¿Pretendes mantenerme encerrado aquí toda la vida? - Refunfuño el Omega.
- Hasta que te comportes y aceptes que eres mi Omega.
Jimin apretó sus manitas y se contuvo de gritarle que ni en sus más grandes sueños sería su pareja y jamás lo aceptaría. Pero debía actuar, Jimin debía contenerse, morderse la lengua y centrarse en su objetivo principal.
