Capítulo 10

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La rutina era genial para no pensar en el dolor, su doncella la despertaba siempre a la siete de la mañana, su tía le había mandado a hacer vestidos más halagadores de colores pasteles, el de ese día era un rosa suave con pequeñas decoraciones en el escote.
Luego desayunaba con su familia, Felicity le hacía un resumen del día que tenían planeado para ella. Parecía que tuvieran órdenes claras de su madre, con no dejarle tiempo de pensar.
Este jueves tenían que ir a una playa lo cual no era muy díficil pues estaban en una isla de Escocia, habían playas por todas partes.

Cada vez que pisaba la playa, sentía la arena en sus pies, recordaba las cartas en las que Colin le describía la vista y la sensación. No había errado en su descripción, a veces sentía que estaba dentro de su carta, recordando palabra por palabra.

Pero el recuerdo le duraba poco, puesto que su prima siempre la interrumpía cuando la veía perdida en sus pensamientos.

En la tarde iban a la casa de la duquesa Williams a tomar te, hablaban de los nobles del área y su descendencia, pero a Penelope no le podía importar menos, ya que sólo eran nombres para ella.

-querida ya te comenté que mi hijo el futuro duque volverá la siguiente semana-dijo la duquesa interrumpiendo los pensamientos de Penelope.
-creo que no lo ha mencionado - respondió Pen, pero era la décima vez que la duquesa ya anciana le contaba.
- te va a encantar mi hijo, lo tuve ya después de mis treintas, cuando pensaba que no iba a poder darle herederos a mi querido esposo, pero Charles fue una bendición.
-se caso joven con el duque? - pregunto Felicity
-no, ya me consideraban solterona cuando me casé, tenía veintiocho años. Muchas personas le habían aconsejado al duque, no desposarme, pero nuestro amor venció todas las habladurías. Pero lo más difícil para nuestra relación fue no poder darle herederos, hasta que seis años después llegaría nuestro querido Charles. Una completa bendición. Te conté querida que vendrá la próxima semana, estoy muy emocionada hace un año que no veo a mi querido.

Penelope miro a Felicity queriendo preguntarle con la mirada si la duquesa estaba mal de la cabeza, pero su prima estaba muy interesada en la conversación, por lo que no la estaba mirando.

-cuantos años tiene el señor Charles? - pregunto Felicity.

-el próximo mes cumplirá los treinta años. Es curioso, verdad? Los hombres podrán tener cien años y nadie les inventaria un sobrenombre similar a solterona. Pero una mujer apenas pasa de los veinticinco ya es una carga para la familia, espero que algún día eso cambie.

-el duque se piensa casar pronto? -pregunto Felicity

-en su última carta fue lo que me comentó, pero me gustaría que se casará con una mujer ya solterona, como yo. para continuar con la tradición familiar.

Penelope estaba asombrada de lo interesada que estaba su prima, con las historias de la duquesa, lo cual la divertía mucho.

Después cenaba con su familia, Felicity le resumía las historias de la duquesa a su madre.

La rutina era buena para ella, solo recordaba a Colin de vez en cuando. Pero llegada la noche, el recuerdo de Colin, de sus palabras, la quemaban por dentro, se había vuelto experta en quedarse dormida llorando.

De La Fantasía A La Realidad- Una Historia PolinWhere stories live. Discover now