Capítulo 80

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Penelope no se podía concentrar, Anthony y Colin le estaban mostrando los planos de las casas disponibles, ella solo miraba los dibujos sin mirar realmente.

-Pen si quieres dejamos el tour por las casas para mañana, te veo bastante desconectada.

-no -pestaño más lento- está se ve bonita, veamos esa.

-Penelope, esos son los planes de la casa que vendieron, les dije que era para que compararán las medidas, recuerda? -dijo el vizconde extrañado.

-disculpame Anthony, me lo puedes repetir todo.

El primer Bridgerton 🙄

-estos son los planos de su casa, estas son las medidas de las zonas -señalando en los papeles - estas son las casas disponibles en la zona -señalo otros papeles- aquí están las direcciones.

Penelope empezó a mirar, ella no entendía porque no podían simplemente ir a mirarlas en persona, esos papeles no le decían nada a ella, pero de repente vio una dirección que le llamo la atención.

-Anthony esta no es la casa de la condesa Penwood?

-si lo es, -dijo Anthony extrañado- ¿Cómo lo sabes?

-una pista a la mujer de plata que no nos llevó a nada. Pero la condesa la está vendiendo?

-si, tal parece que la mujer no sabe manejar las finanzas, porque se de muy buena fuente que el fallecido conde dejo todo en orden incluso la dote de sus dos hijastras y una protegida.

Penelope arrugó el ceño.

-Benedict y yo no vimos a ninguna protegida.

-no se mucho del tema Penelope.

-Pero Anthony, puede que esa protegida sea la mujer de plata!

Los dos hermanos se miraron.

-debemos escribirle a Benedict-señalo Colin- se va a emocionar.

-repito, eso es todo lo que sé. No tengo nombre ni su paradero.

-pero debe estar con ellas? -reflexiono Colin.

-si es una protegida el decoro dictaba que la condesa debía presentarla, cuando Benedict y yo estuvimos en su casa. Si no lo hizo, fue porque la joven no estaba, tal vez ya se casó.

-imposible, los dotes siguen en el banco, no sé donde estaba ese día, pero al día de hoy, esa "protegida" no está casada.

-puedo sentir que estamos cerca de la verdad, pero el mismo tiempo no sé qué no estamos viendo -añadió Colin.

-por lo pronto, lo mejor es no decirle nada a Benedict, no queremos ilusionarlo para nada, ya paso más de un año y a estado bastante triste. -concluyo Anthony.

-no entiendo porque no podemos ver todas las casas, si nos gusta alguna la compramos, ¿No?- cambio de tema Penelope

-Penelope solo ver una casa podría tomar todo el día, lo mejor es que mires el tamaño de los cuartos, y cuando veas una que se acople a lo que ambos están buscando, vamos a verla.

-de acuerdo -acepto Penelope.

Ellos siguieron viendo los planos, hasta que tenían tres favoritas, el vizconde mando unas cartas para agendar las visitas que harían en los siguientes días.

Penelope se estaba empezando a cansar de tener alzado a su hijo, y es que el niño era de buen apetito igual que su padre, por lo que en esas semanas entre Audrey Hall y casa número 5 Thomas había aumentado tallas.

Les había llegado correspondencia de Marcela, la nana de Thomas, quien les informaba que su hija seguía delicada de salud, luego otra en la que el doctor no les daba buenas noticias sobre la niña, y la cuenta de cobro por las atenciones. Colin hizo los arreglos pertinentes.

-si pudiéramos hacer algo más -se quejó Penelope.

-Lo sé -Colin vio a su hijo dormir plácidamente en la cuna- somos muy afortunados Pen, hemos pasado por dificultades, pero estamos aquí, los tres, saludables -beso la frente de Thomas- Solo espero que sigamos así, juntos en lo que nos depare el futuro.

Penelope estaba sentada en la punta de la cama, levantó los brazos como para pedir un abrazo, el tercer Bridgerton le dedico una sonrisa lobuna, fue hacia ella y la hizo acostarse sobre la cama.

-Colin ya es hora del té -se río Pen.

-pueden empezar sin nosotros.

El la beso, el deseo que sintió ella era de otro mundo, de repente le urgió la necesidad de romperle la ropa a su esposo, para dejarlo desnudo y es que le encantaba verle en ese estado.

-debes ser silenciosa para no despertar a Thomas -le dijo en la oreja.

Ahora era ella quien le dedicaba la sonrisa lobuna, le quitó la corbata, el chaleco y la camisa, volvió a besarlo, el calor en su cuerpo crecía, empezó a quitarse su vestido pero no podia por el peso de su esposo, él lo noto, levantándose de inmediato, le ayudo a levantarse de la cama, Colin se sintió desesperado con los cordones del vestido, tomo un abre cartas y con cuidado le rompió las trencillas de la ropa, que cayó al piso.
El hambre que sentían el uno por el otro no era normal, la pareja se acostó en la cama esta vez desnudos, pero la cama empezó a sonar, Pen se levantó, puso las cobijas encima del tapete de la habitación, le ordenó a Colin con el cuerpo que se acostara en el piso, lo que obedeció en segundos.

Pen se subió en el, acomodó el miembro en su entrada y empezó a cabalgarlo. Las sensaciones de placer los llenaban a los dos, ella se sentía sobre exitada, se le puso la piel de gallina, los pezones se le pusieron duros lo que Colin aprovecho para jugar con ellos.
Le pidió a su esposo que se sentará, el obedeció, ella apuro el ritmo, con sus manos agarró los bíceps de Colin, apretandolos, ya se sentía cerca de su explosión, la necesidad de morderlo la invadía, una pequeña parte de ella que todavía estaba cuerda le impedía hacerlo. Pero fue escuchar a Colin gemir la ánimo; le faltaban solo segundos para llegar, apretó el agarre en las manos, Colin gruñó, ella se acerco al cuello para morderlo en el hombro y llegó a su delicioso placer.
Al tercer Bridgerton no le gustaba mucho se golpeado o maltratado, pero ver a su mujer tan ida en la pasión lo prendía de sobremanera, de tanto placer que sentía casi ni notaba la clavada de uñas en sus brazos, pero al ser mordido un instinto animal en el se prendió. Cambio de posición mientras ella se recuperaba de su orgasmo, entro en ella sin contemplaciones, una pequeña parte de el no quería ser rudo, pero el animal que lo estaba controlando no entedía razones. La beso, mordiéndose los labios suavemente, o eso pensó. Lamió uno de los senos, porque ya había aprendido que no podía chupar. Sintió que su esposa lo empezó a apretar desde dentro. El orgasmo empezó a asomarse, por lo que las embestidas empezaron a disminuir, sintió como Pen movía las caderas, se notaba que ella también estaba cerca, hasta que al fin ambos llegaron al punto celestial.

Colin salió de su mujer y se acostó a un lado tratando de recuperar el aliento.

-crees que Thomas se despertó?

Colin trato de asomarse a la cuna, pero los músculos no le respondieron al instante.

-dame un minuto.

Pudo levantarse tras unos segundos, su hijo seguía durmiendo.

-esta durmiendo profundo, ven a la cama.

Colin levantó a Penelope

-oh Colin lo siento mucho, te duele?

El tercer Bridgerton siguió la mirada de su esposa, tenía una mancha roja en forma de medialuna en el hombro, los brazos también se veían maltratados. Penelope tocó la herida con el dedo.

-estoy bien.

Penelope se sintió avergonzada.

-Pen, cuántos días te dura el periodo?

Ella lo pensó un poco.

-de cinco a seis, porque?

-desde que fuimos a Audrey Hall y volvimos casi han pasado dos meses.

-no entiendo.

-que hemos estado juntos día por medio, o casi todos los días. Es que soy yo el que no se ha dado cuenta, o si te ha llegado?

-Colin! La última vez fue una semana antes del viaje

Ya casi llegamos al final, quiero organizar primero las historias de Benedict con Sophie y Eloise con Phillip.

De La Fantasía A La Realidad- Una Historia PolinWhere stories live. Discover now