De La Fantasía A La Realidad- Una Historia Polin

Capítulo 48

Benedict y Penelope llevaban horas en la habitación del primero, tratando de hacer el retrato perfecto de la mujer de plata.

-no, los ojos eran más almendrados -corrigió Pen.

Benedict estaba bastante frustrado, Colin ingreso en la habitación.

-me puedes decir porque mi esposa no está en mi habitación?

-Colin ya voy, le estoy ayudando a tu hermano.

- todavía no entiendo porque no le preguntaste el nombre, es simplemente educación.

-estaba ocupado -respondió Benedict.

-ocupado, haciendo que?-digo Colin frustrado.

Su hermano mayor le dio una mirada que Colin y también Penelope entendiera, solo que la segunda disimulo.

-da igual, esto lo pueden terminar mañana -añadió Colin.

-hoy tiene el recuerdo fresco, ya mañana después de dormir puede que se le olvide. -concluyo el segundo Bridgerton.

-un rostro tan bello es difícil de olvidar...
Benedict sonrió -lo que me hace pensar -continuo Pen- porque no me suena de nada. Tenía acento?

-no, tiene que ser de Londres, estoy seguro.

-pero no se veía tan joven para que no fuera una debutante -dijo Penelope meditando una idea.

-y si no fuera parte de la ton? -Dijo Colin.

Pen asintió - estaba pensando lo mismo, tal vez es una institutriz.

-no puede serlo, una institutriz sabría bailar, ella me dijo que no conocía ningún baile -respondió Benedict.

Penelope recordó algo
- cuando salía, se tropezó con una mujer, por un segundo se quedó helada. Que tal que aquella mujer fuera su madre y le había prohibido venir al baile.

-Pen recuerdas quien era? La mujer con la que se tropezó -dijo Benedict.

-no sería lady Whistledown si no lo supiera-le sonrió - la condesa Penwood.

Benedict se levantó, emocionado le dio un beso en la frente a su cuñada.

-no te emociones todavía, solo es una corazonada -dijo Pen.

-es mejor que nada, porque este dibujo no nos está llevando a ninguna parte, está dicho. Cuando lleguemos a Londres iremos a visitar a la condesa, si es una de sus hijas tú podrás reconocerla -dijo Benedict triunfal -por que sonríes de esa manera hermano?

- solo recordé, que te burlaste de mi por buscar a Penelope en Escocia -le dio el brazo a su mujer, empezando a caminar hacia la puerta- ahora tú estás buscando a la tuya, pero ni siquiera sabes su nombre

Benedict se empezó a quitar la bota.

-diablos ni siquiera sabes su rostro -Colin se burló.

Colin cerró la puerta justo cuando su hermano le tiró la bota

-eso no fue amable -dijo Pen.

-lo sé, fue venganza.

La pareja se rió de camino al cuarto.

(...)

Después de quince días ya en Londres, Benedict esperaba a Penelope afuera del nuevo carruaje sin techo de Colin, quien lo había mandado a hacer especialmente para su querida esposa, pues no quería que volviera a tener ataques de ansiedad

Colin despidió a su esposa con un beso tierno.

-asi como te la llevas me la traes -le dijo Colin a Benedict con tono amenazante.