Capítulo 14

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Los amigos lord Williams y el señor Jones estaban encantados con las señoritas Featherington, tanto que las invitaron a la mansión que el próximo duque tenía en Edimburgo, ya que tenían que ir por unos pendientes y no querían separarse de las damas.

Por su parte Penelope estaba encantada con la capital, no era tan diferente a Londres salvo por la etiqueta que no era tan rígida en el lugar, podía salir sin doncella si iba a algún parque cercano, ese tipo de libertad era refrescante. Lo que más le gustaba era que desde que llegó no había llorado ni una sola noche.

Todos eran muy amables, su tía y Felicity estaban fascinadas con las atenciones de sus anfitriones, a pesar que no los veían tan seguido. Sobre todo Lord Williams.

Cuando terminó la semana y volvieron a la isla, Penelope estaba exhausta, solo quería llegar a su habitación y dormir una larga siesta.

Lord Williams insistió en pasear por el parque con las damas antes de llevarlas a casa, haciendo que Pen diera un gran suspiro.

-ahora estamos en un buen punto. -dijo Charles
Todos se miraron confundidos. Al momento siguiente se quitó las botas y medias, abrazo un árbol y los invito a hacer lo mismo. La tía de Penelope no quería ser grosera con un próximo duque, por lo que siguió su ejemplo y con la mirada les indico a su sobrina e hija a hacer lo mismo.

Penelope obedeció,le pareció ridículo todo, pero al momento de abrazar el árbol, todo el cansancio y estrés que tenía se le olvidó, incluso ni siquiera pensó en Colin, solo se dejó llevar.

Después de unos minutos todos volvieron a sus zapatos, los caballeros acompañaron a las damas a casa, no sin que la señora Featherington los invitará a cenar.

La cena fueron risas entre los comensales, el señor Jones había salido después de comer rápidamente, luego de un par de minutos le siguió Felicity, porque se quería "refrescar".

Colin había sido avisado por el señor Brown que las Featherington habían vuelto de su viaje; fue más lo que tardó su amigo en darle la noticia que el en salir disparado por la puerta.

-Buenas suerte! -le grito su fiel amigo.

Ya habían pasado dos meses desde la última vez que había visto a Penelope, los nervios estaban haciendo estragos con el, más ahora que sabía que estaba enamorado de ella.

Se estaba quedando en un hostal que quedaba a treinta minutos a pie de la casa Featherington, por lo que decidió ir a pie, para relajarse. Todavía se encontraba a varios metros de la casa, pero pudo vislumbrar a un hombre caminando a un metro por fuera de la casa, cuando vio salir a Penelope, su corazón se calentó, empezó a sonreír sin más, vió que Pen se lanzó a los brazos de aquel hombre y se empezaron a besar.

Colin sintió como una rabia crecía dentro de él y hecho a correr hacia la casa, cuando ve que otra Penelope sale del brazo de otro hombre, se detuvo, busco un arbusto para esconderse.

Como ya estaba más cerca pudo ver qué la primera mujer no era su Pen, aunque era muy parecida este era más alta y no tan bella como su hermosa amiga.
Por el contrario Penelope parecía una sirena, tenía un vestido azul claro , tenía el cabello semi recogido, una visión a los ojos de el tercer Bridgerton.

Vio como los dos hombres se despidieron de las damas y venían caminando hacia donde el estaba, por lo que se adentro al arbusto lo que más pudo.

-entonces que te respondio-dijo el rubio
-me dijo que si, se casará conmigo, mañana le pediré la mano a mi futura suegra.
-me alegro por ti mi querido amigo, van a ser muy felices.

Los hombres se alejaron caminando, dándose codazos y riendo entre ellos.

Colin se sacudió las ramas que le habían caído en la ropa, la familiar de Penelope ya había entrado en la casa, pero su Pen se había alejado un poco, parecía que estaba cautivada con el atardecer.

De La Fantasía A La Realidad- Una Historia PolinWhere stories live. Discover now