Capítulo 87

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- "estas loco, nunca soñaría con cortejar a Penelope Featherington, ni en tus más locas fantasías Fife"

Penelope escucho las burlas de los caballeros, de repente todos la señalaron .

- señorita Featherington, justo estábamos hablando de usted, el señor Bridgerton nos decía que tendría que estar loca si piensa que él la cortejaría.

Ella no supo que hacer, su cuerpo no le respondía, era solo una espectadora. Colin se acerco a ella.

- entonces señorita Featherington, está loca?

El tercer Bridgerton le mostró una cinta rosada, ella paso saliva. Colin se hizo detrás de ella, le amarró los brazos por detrás, luego le besó el cuello. Fife y los otros caballeros empezaron a reírse de ella.

- Colin no!

Penelope se despertó con la respiración agitada, el día ya estaba claro, lo que indicaba que eran más de las seis de la mañana, Thomas dormía tranquilo en los brazos de Colin, seguramente su esposo lo había pasado a la cama en la madrugada.

Ella se sentó en la cama, intranquila por el sueño extraño que acababa de tener. Decidió levantarse, puso unas almohadas de su lado de la cama para evitar que Thomas rodará.

Se cambió de ropa, salió de la habitación, el clima era cálido, pero la casa era ventilada, por lo que el calor era soportable, bajo las escaleras, había muy poco movimiento en la casa, Penelope estaba viendo los detalles de la decoración, lo único que había quedado del pasado de la familia Featherington eran las pinturas, porque todo lo demás había sido reemplazado. Para ella era una locura pensar, como su padre había sido capaz de abandonar esa propiedad, con tal de seguir su adicción a las apuestas.

- lady Featherington, no esperaba verla despierta tan temprano, buenos días.

- buenos días señor Cornelious, sería tan amable de pedirle al cocinero mi desayuno.

- por supuesto.

- estaré esperando en la biblioteca.

- desea desayunar allí?

- no, prefiero el comedor.

Cornelious se despidió con una pequeña reverencia, Penelope se dirigió a la biblioteca, habían un par de libros, lo que le recordó el libro de Colin. Habían olvidado por completo que al siguiente día se suponía que tenían que ir a la editorial. Tomo papel y tinta para escribir dos cartas.

- lady Featherington, su desayuno está servido. Le dijo Jack después de tocar la puerta.

- enseguida voy.

Penelope terminó las cartas, las dejo ahí para que se secara la tinta, se levantó y camino al comedor, le habían servido un desayuno modesto, pero esa mañana Penelope se sentía particularmente hambrienta.

- Cornelius! - llamó.

- si lady Featherington, necesita algo?

- podrías pedirle al cocinero otros dos huevos fritos con tocino.

- si mi lady, algo más?

- en la biblioteca hay dos cartas, las dejé secándose, podrías encargarte de enviarlas, deben llegar hoy a Londres.

- si mi lady yo me encargo.

- otra cosa, quiero estar en las entrevistas de la nana de Thomas.

- por supuesto.

Penelope comió feliz, prefería comer sola, ya que debido a las náuseas de Colin, no podía comer nada con grasa cerca de él en los desayunos. Cuando al fin se levantó de la mesa, empezó a caminar al cuarto de baño para limpiarse la boca, cuando le empezó un mareo de la nada, y muchas náuseas.

De La Fantasía A La Realidad- Una Historia PolinWhere stories live. Discover now