Capítulo 29

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En alguna parte de Londres había un duque que sabía que no iba a ganar la pelea por el corazón de Penelope Featherington, pues el indeseable Colin Bridgerton le tenía demasiada ventaja, el era un caballero que había declarado públicamente sus deseos por cortejar a la señorita, por su honor,no iba a quedar por debajo de un tercer hijo,
así que decidió hacer trampa.

Colin despertó poco antes de las diez de la mañana, tomo un rápido baño y se vistió con ropas de su hermano Anthony.

Había una gran revoloteo en casa número 5. Por todos los pretendientes de su hermana Francesca. Escuchaba las voces de aquellos hombres, de su hermana y de Kathe, la última llevando el orden.
Se notaba que había una predilección con el señor Stirling, pues los demás se iban pero aquel caballero se quedó en una esquina observando desde lo lejos a Francesca, mientras ella atendía a los demás pretendientes.

Habían varios ramos por toda la casa, por lo que tomo unas flores de aquí y allá para armar un ramo, en circunstancias normales iría a comprar uno, pero ya era tarde para eso.

-qué estás haciendo?-pregunto Violet.
-lo siento madre -la saludo con un beso en la mejilla-olvide pedirle a algún criado que me comprara un ramo para Pen.
-les pido que te sirvan el desayuno?
-no, ya debo irme, recuerda que estoy compitiendo con un duque, no puedo llegar tarde.

Salió camino a casa Featherington, con una sonrisa en su rostro. Cuando se hizo anunciar se extraño que el duque no estuviera allí, lo cual hizo que se sintiera muy agradecido. Penelope tenía una gran sonrisa en su rostro, estaba preciosa ese día, tenía un vestido rosa, con unos detalles florales en el escote y hombros, el cabello semi recogido, parecía una hermosa ninfa del bosque.

-Buenos días Pen, lady Featherington, señorita Prudence.
-buenos días señor Bridgerton-respondieron en coro.
-al parecer el duque decidió no persistir en su cortejo. Lo felicito señor Bridgerton, es la segunda vez que hace que mi hija pierda un gran pretendiente. En su lugar está usted, sin ninguna intención de casarse con mi hija.

Colin sintió rabia al escuchar tan poca educación en su contra, pero debía aceptar que se la había ganado.

-lamento la malinterpretacion lady Featherington, yo solamente estoy cortejando a Penelope, por las palabras que dije sin pensar.

-ves Penelope te lo dije -declaro Portia.

-ahora todo tiene sentido -añadio Prudence.

Penelope sintió un vuelco en el corazón, miro a Colin un poco preocupada, pero recordó sus palabras "no vuelvas a poner mis sentimientos en tela de juicio".

-esa es la única razón por la que no he pedido su mano en matrimonio -continuo - quiero que entiendan que mi intención es ser el esposo de Penelope y este cortejo es solo para el ton. Para que como ustedes, no malinterpreten mis intenciones, que tengan en claro que está unión es por amor, no por deber. Así que dicho esto, me gustaría lady Featherington tener su bendición para que Pen y yo nos cacemos en tres meses, claro si ella está de acuerdo. Y que este cortejo sea solo para el resto del mundo.

Portia, Prudence y la señora Varley habían quedado mudas. Penelope por el contrario estaba sonriendo tanto que le empezaban a doler sus mejillas, su corazón volvió a latir con fuerza, como adoraba a ese hombre.

-mamá, si estás de acuerdo yo también quiero casarme con Colin! -solto Pen.

-pero Penelope, podrías tener a un duque -dijo Portia tan bajo que solo Pen y Prudence pudieron escucharla.

-yo quiero a Colin-declaro.

-niñas, por favor retirese del salón, debo hablar con el caballero a solas.

Pen miro preocupada a Colin, pero este le dio una mirada que la hizo sentir mejor, ahora ella sabía que podía confiar en él y que si fuera necesario el se fugaría con ella.

-hice salir a mis hijas, porque debo hablar de algo delicado con usted, es algo de lo que ellas no están enteradas.

Colin se preocupó, pero sabía que sin importar lo que fuera el no dejará a Pen sola, nunca más.

-mi querido esposo nos dejó un poco mal económicamente, sin mencionar a su primo el nuevo señor Featherington, por lo que no tengo dinero para pagarle la dote de mi hija, en vez de eso le ofrezco una recompensa. Como único favor el hace poco lord Featherington antes de irse, firmó un poder en el que el primer hijo de una de mis hijas será el heredero del título. Al usted ser tercer hijo, no tiene posibilidad de heredar el vizcondado, pero sus hijos con mi Pen podrían tener un título. Mi hija Phillipa tuvo una niña hace unas semanas, por lo que las chances están a su favor. Que le parece?

-Entiendo lady Featherington, pero debe saber que de ninguna manera aceptaría una dote por casarme con su hija, ni el título mobiliario, eso es algo que su primer nieto pueda tener, sin importar cual hija lo tenga. Y por la dote de su hija Prudence tampoco se preocupe, al ser esposo de Pen, podré solventar ese gasto sin ningún problema. Debe saber que a pesar de ser el tercer hijo, se manejar muy bien mis finanzas. No deberá preocuparse por esas nimiedades en el futuro.

-Bien todo está dicho -dijo Portia alegremente -lo haremos como usted dice señor Bridgerton, ustedes fingiran cortejarse durante dos meses, al final anunciaremos la boda.

Portia pidió que Pen volviera, dejándolos solos con la puerta abierta, Colin sonrió para si mismo recordando aquella mañana en Escocia.

-qué te dijo mi mamá? -pregunto Penelope.

-queria hablar sobre la dote, estaba preocupada porque no la puede pagar - le dijo Colin jugando con uno de los cabellos de Pen.

-oh, si eso es un problema, yo la puedo pagar Colin.

El la miro como si hubiera dicho una locura.

-Que me cuelguen! Si permito que me des siquiera un penique. si alguien tuviera que pagar algo al otro sería yo, por tantos dolores de cabeza y noches sin dormir.

-entonces no hay dote?

-ya la pagaste anoche -le guiño un ojo.

-Colin! -Pen lo empujó jugando, ambos riendo.

-sabes que no entiendo -dijo Colin.

-qué? -respondió Pen embelesada con lo guapo de su prometido.

-como se rindió el duque, si hubiera sido yo, hubiera luchado hasta el segundo que dijeras acepto.

-yo no entendí porque quería cortejarme, no tenemos nada en común.

Colin volvió a mirarla como si hubiera dicho alguna locura.

-eres inteligente, eres gracioso, eres elocuente, sabes de todo un poco, tu pelo, tus ojos, tus labios, tu rostro, eres perfecta. Por eso no lo entiendo.

Pen estaba colorada, ni en sus fantasías más locas se había imaginado que el pensará todo eso de ella.

-tal vez se dio cuenta que estoy loca por ti.

-tal vez.

De La Fantasía A La Realidad- Una Historia PolinWhere stories live. Discover now