Capítulo 35

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Las amigas bajaron del barco bastante cansadas de la travesía, tenían planeado ir al puerto a comprar dos tiquetes para volver a Londres, pero ya era de noche, no habían barcos que zarparan a largas distancias.

-señoritas pueden acompañarme al siguiente barco, está no es nuestra parada final -demando Charles.

-excelencia -dijo Penelope - Eloise y yo estamos muy cansadas del viaje, debemos tomar fuerzas para continuar, por lo que nos gustaría descansar en esta zona.

-si tal vez cambiarnos y tomar un baño -añadio Eloise.

-que bien que se diera cuenta señorita Penelope lo que le conviene - la agarró por la quijada suavemente- Esta bien vamos a buscar un hostal por aquí.

mando a sus sirvientes a encontrar alguno, volvieron después de una hora. El duque las invito a subirse al carruaje, pero esta vez las señoritas se negaron. Pen se sentó con el conductor y Eloise en un caballo alquilado, pagado por el duque.

Llegados al hostal, las chicas subieron a su habitación, pidieron dos baños, una gran cantidad de comida, y ropa para poder cambiarse.
Llegaron al cuarto y se bañaron por varios minutos. Olivia llegó con la comida, ambas se taparon con toallas y se acercaron a la mesa de la habitación.

-Olivia ya comiste? -pregunto Penelope.

-no se preocupe señorita, cuando termine de ayudarlas iré con los hombres y comeré con ellos.

-insistimos querida -dijo Eloise - esto es demasiada comida.

Las tres comieron hasta reventar, luego uno de los sirvientes trajo dos vestidos para que las señoritas pudieran cambiarse.

Ellas se vistieron con la ropa de cama, pues no tenían pensado bajar a hablar con Charles.

-Olivia, sabes si el duque está arreglando nuestra boda? -pregunto Penelope.

-señorita -susurro la muchacha - le escuché a uno de los sirvientes decir que todo estaba arreglado para este fin de semana.

-tenemos que escapar mañana apenas amanezca -dijo Eloise. De lo contrario iremos a esa parada final y no sabremos si el dinero que tenemos es suficiente.

Penelope la regaño con la mirada pues no sabían si Olivia sería su aliada.

-yo les voy a ayudar, pero si no es mucha molestia, me pueden llevar con ustedes. El amo nunca fue malo conmigo, pero no se me hubiera ocurrido nunca que haría semejante atropello con ustedes. Por lo que temo por mi bienestar.

Penelope le sonrió y le tomo la mano -claro que si- le dijo, pero no sabía que tanto dinero les iban a cobrar por los pasajes.

Las muchachas se turnaron para dormir, porque estaban tan cansadas que no querían quedarse dormidas.

Antes de entrar al cuarto, Olivia vio al vigilante dormir frente la puerta de las damas, por lo que le indico que se acostara y que si necesitaba ayuda ella lo despertara. Cuando entro a la habitación ambas chicas dormían, Pen en la cama y Eloise sentada mirando la ventana.

Las despertó sin hacer ruido y les ayudo a ponerse los vestidos nuevos, pues los otros olían muy mal.

Salieron sin los zapatos puestos para no hacer ruido, se subieron a dos de los caballos alquilados por el duque.

Al llegar al puerto gracias a las indicaciones de Olivia, amarraron los caballos, los trabajadores recién llegaban, había un barco que partía en treinta minutos a Londres. Ambas se emocionaron por qué todavía era de madrugada.

-lo podemos lograr -dijo Eloise triunfal.

-buenos días, para comprar tres pasajes a Londres, para el barco que zarpa en media hora.

El trabajador le miró la mano.

-serian 3 chelines uno por persona.

Penelope miro con horror a su amiga entre los peniques que tenían solo juntaban 1 chelin.

-y si ofrecemos servicios de limpieza, es posible que puedan subir dos mas -dijo Penelope.

El trabajador las miro a las tres

-señorita se nota que están huyendo de casa, la única que se ve que sabe hacer algo es ella -señalando a Olivia - vuelva a casa y pídale perdón a su papá, al barco no se va a subir ningún polizón bueno para nada.

-y si al llegar nuestra familia pagan el resto y con intereses - añadió Eloise.

-quien le dice al capitán que no van a salir huyendo apenas lleguen. Esto no es ninguna negociación ahora por favor muevanse para que pasen clientes reales.

Ambas amigas se miraron, sin saber que hacer.

-vete tu -dijo Penelope - no tienes nada que ver con esta locura. Le puedes decir a los demás donde estoy...

-cuando volvamos por ti ya serás la esposa de ese hombre y no habrá nada que hacer -le interrumpió El

Penelope lo sabía, pero no encontraba otra manera.

-señorita Penelope que hace aquí?

Ambas muchachas se congelaron pensando lo peor, miraron al hombre pero ninguna lo reconoció.

-Colin está con ustedes -miro a ambos lados - Usted debe ser la hermana menor, Eloise cierto?

Las damas sintieron un atisbo de esperanza.

-lo siento, nos conocemos?-dijo Pen

-no directamente, pero debo decir que el señor Bridgerton no dejaba de hablar de usted, yo soy su amigo el señor Brown.

Eloise seguía sin saber quién era, pero Pen lo recordó de la bitácora de Colin.

- usted lo ayudo a encontrarme en Escocia!

-el mismo, están en la luna de miel? Ese Colin, me prometió invitarme a la boda -nego con la cabeza - si supiera señorita todo lo que me tuve que aguantar, de verdad que siento que la conozco.

Penelope sonrió.

-no señor Brown, estamos aquí porque un duque nos trajo a la fuerza -el hombre abrió los ojos en sorpresa - no comprometió el honor de ninguna de las dos, pero queremos volver a Londres, y el barco zarpa en 10 minutos, podría prestarnos dos chelines.- dijo Penelope apresurada.

-mi hermano Anthony se los pagará con creces -añadio Eloise.

- lamento mucho lo que les pasó y me encantaría ayudarlas, pero no tengo tanto dinero. Pero no entiendo porque necesitan tanto.

-es un chelin por persona y la señorita -Pen señaló a Olivia- nos ayudó a escapar.

-qué disparates son esos! Uno por persona! deme el dinero por favor -Eloise se lo dió - ya regreso.

Ambas muchachas vieron como el señor Brown discutía con el trabajador de antes, ellas solo miraban el barco que estaban terminando de montar. Vieron al señor Brown subir al barco.

-se compraría un pasaje para el mismo? -dijo Eloise.

-no se atrevería, el sabe quién es tu hermano y tu cuñado -dijo Penelope.

Al cabo de unos minutos volvió.

-aqui están -les dio los tres pasajes- ese bueno para nada les quería cobrar más porque son mujeres, pero no sé preocupe ya hablé con el capitán y les dije de que familia provienen, no las van a tratar menos que como las damas que son.

Ambas muchachas abrazaron a aquel hombre.

-muchas gracias señor Brown -dijo Penelope - si Colin no lo invita tenga por seguro que yo sí, es más será mi primer invitado formal.

-Colin tiene razón señorita, su dibujo no capturo toda su belleza, ahora suban al barco, no sea que se vaya sin ustedes.





De La Fantasía A La Realidad- Una Historia PolinWhere stories live. Discover now