Capítulo 4

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Camille

A la mañana siguiente Nick me ignoró cuando lo saludé, ni siquiera me habló, así que hice lo mismo de siempre: ir a la misma cafetería, pedir el mismo café, ver la Torre Eiffel y tachar ideas en mi cuaderno de notas.

Así fue durante una semana. Solo había podido intercambiar un par de palabras con Nick los últimos días, lo cual era un gran avance. Normalmente se la pasaba encerrado en su habitación, en el living mirando la televisión o en la terraza durante la noche.

Hank continuaba pidiendo que tuviera paciencia, lo cual hacía, pero resultaba extraño vivir con alguien a quien no podías hablarle de nada.

Una tarde volvía de dar un paseo por las calles de París mientras hablaba por teléfono con Mark.

—Si, no está resultando —le informé mientras ingresaba al hotel.

—¿Dices que no te habla?

—Solo un par de palabras y Hank no va a decirme por qué dejó la música —Entré al ascensor y apreté el último número —. Aun así...

—¿Qué?

—Podría ser peor —terminé —. Creo que es un buen chico.

—Hablas de él como si fuera un niño.

—Claro que no.

—Cam, no es un niño, tiene tu edad.

—Lo sé.

Las puertas del ascensor se abrieron y me dirigí al departamento.

—¿Cómo sigue tu libro?

—Bien —mentí.

—Eso quiere decir que ya casi lo terminas ¿cierto? —No respondí, solo se escuchó el ruido de la puerta cerrarse —. Cam.

—Estoy en eso.

Pasé al lado del sillón y pude ver a Nick sentado mirando su celular. Lo pasé por alto y fui a la cocina a servirme un vaso de agua.

—No avanzaste un carajo ¿verdad?

—Lo siento.

—Está bien, tranquila.

—Estás enojado.

—Un poco.

—Mark, juro que lo intento, pero no es fácil. Los personajes hacen lo que quieren y no sé cómo sacarlos de la situación en la que están y... —Miré en dirección a Nick quien se giró un momento para mirarme — Es difícil de explicar —concluí.

Apoyé la cadera en la encimera.

—¿Qué voy a decirles?

—Algo se te ocurrirá, siempre lo resuelves —Le dí un sorbo al agua.

—¿No avanzaste nada? ¿Ni un párrafo?

—No. ¿Quieres ver mi libreta? Está llena de borrones e ideas estúpidas que no cuadran con la novela o con lo que quiero.

Lo escuché suspirar del otro lado.

—Tengo que irme ahora, suerte con tu novela y con... tu nueva vida.

—Gracias, la voy a necesitar.

—Nos vemos, Cam.

—Adiós.

Exhalé todo el aire que tenía atascado luego de cortar. Jamás pensé que sería tan agotador seguir una carrera con lo que me gusta. Odiaba los bloqueos, me sentía una idiota cada vez que me sentaba a escribir y no podía. Se suponía que era mi libro y yo podía hacer lo que quisiera, pero resultaba bastante estresante, especialmente cuando tenía a una editorial presionando para publicarlo.

—¿Problemas en el paraíso? —Nick apareció a mi lado con una lata de cerveza. Lo cual no me sorprendió.

—¿Qué?

—¿Estás sorda? Pregunté si tienes problemas en el paraíso.

Arrugué la nariz.

—¿Paraiso?

—¿Tengo que explicártelo?

—Sé lo que es el paraíso —lo frené antes de que empezara a hablar —. Y no, no hay ningún paraíso.

—Pero sí problemas —No contesté y eso pareció responder su pregunta —. ¿De qué trata?

—No te importa —espeté.

—¿No querías que hablemos? —Fruncí el ceño.

—No.

—Eres complicada.

—¿Yo?

—¿Ves a alguien más en mi departamento? —preguntó haciendo énfasis en mi.

Empezaba a perder un poco la paciencia. No tenía tiempo ni ganas de hablar en ese momento. Menos con Nick. Lo cual me sorprendió.

—¿Qué bicho te picó?

—¿A mí?

—¿Ves a alguien más en tu departamento? —Creí ver una pequeña sonrisa asomarse.

—¿Te crees graciosa? —Se cruzó de brazos.

—Para nada. ¿Qué quieres?

—Vine a tirar esta lata.

—Pues hazlo, te dejo tranquilo —dije mientras me dirigía a mi habitación.

Tras pasar la puerta y cerrarla me sentí rara. Fue extraño hablar con Nick, pero no me disgustó. Quizá empezaba a querer mantener una charla como dos personas que conviven juntas harían. Aun así me había ido, no supe por qué.

Pero me gustaría volver a hablar con Nick, quizá podría conocerlo mejor y ¿quien sabe? podríamos empezar a llevarnos bien. 

Te Encontré en París [Completa]Where stories live. Discover now