Te Encontré en París [Completa]

Capítulo 43

Camille

Había intentado hablar con los padres de Nick, pero no había dado resultado. Ahora me odiaban. Estaba segura de ello.

La señora Dawson dijo claramente: "No puedo creer que hayas contratado a este ser tan desagradecido e irrespetuoso, Hank".

Esas palabras me enojaron, porque no conocía nada de mí y tampoco de su hijo, según Lucas me había contado.

El señor Dawson, por otro lado, me habló de forma más respetuosa, pero dejó en claro que no le agradaba que su hijo pasara tiempo conmigo.

Cómo si eso me importara.

Me encontraba en el departamento con Hank, esperando a que Nick volviera del hospital. Ya le habían dado el alta hace unos días y dijeron que tendría que hacer reposo en casa durante un semana más. Después de eso, sus padres se lo llevarían.

Solo de pensarlo se me revolvía el estómago. Me enojaba que decidieron por él de esa manera ignorando lo que Laura, la psicóloga de Nick, y el resto de especialistas les habían dicho: lo mejor es que se quede en Paris con sus amigos.

Había pasado el año nuevo con Nick en la sala del hospital y habíamos hecho una videollamada con mi familia. Mi mamá estaba más emocionada de conocer a Nick que de verme otra vez aunque sea tras una pantalla.

—Aún no dieron fecha, tranquila —dijo Hank, pero no entendí a qué se refería.

—¿Qué?

—Los padres de Nick aún no sacaron pasaje para irse, les pedí que esperaran a hablarlo con él.

—¿Eso los hará cambiar de opinión?

—Dudo, pero les daría más tiempo a ustedes.

Me quedé mirándolo un momento. Si Nick se iba ¿qué pasaría con lo que teníamos? Me refería más allá de los sentimientos, me había comprometido a ayudarlo y si se iba no podría hacerlo. Sus padres no me lo permitirían.

Agaché la cabeza.

—Gracias por cuidar de Nick, Cam —dijo y fue la primera vez que me había llamado por mi apodo. Su voz se suavizó —. Los avances que tuvo fueron increíbles, lo veo mucho más feliz y decidido a mejorar que antes. De verdad, muchas gracias.

—No hay nada que agradecerme, enserio. Quiero a Nick y quiero verlo bien. Sus avances son mérito suyo.

Hank sonrió y me pasó un vaso de agua. Le agradecí con la cabeza.

—Si Nick se va... —comencé y pareció captar a que me refería.

—Puedes quedarte o podemos encontrarte otro departamento, queda en tu decisión.

—No hay posibilidad de ir con él ¿cierto? Refiriéndome a mi contrato, claro —aclaré intentando no sonar... ¿insistente? ¿egoísta? —. No le agrado a los padres de Nick —concluí.

—Esa es tu respuesta —formuló —. Yo tampoco quiero que se vaya y mucho menos que esté lejos tuyo y de Lucas. Ustedes dos son lo más cercano que tiene ahora.

—Te tiene a tí —agregué.

—Si, pero yo soy como su tío. Ustedes son su nueva familia, la que él eligió y en quienes se apoyó para no tropezar. Su cara se ilumina cuando pasa tiempo con alguno de ustedes. De verdad, muchas gracias, señorita Werner.

Y ahí vi volver la formalidad. Aquella con la que siempre me trató desde que nos habíamos reunido en su oficina, el día que acepté vivir y ayudar a Nick.

Dirigí mi mirada hacía la habitación de Nick.

—Está en camino —me tranquilizó como si pudiera oler mi ansiedad de verlo.