Capítulo 45

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Camille

Esa mañana había decidido ir a dar una vuelta por París cuando Nick me pidió que lo dejara solo con sus padres. Me había quedado muy en claro el tipo de relación que tenían y en cierto modo me había hecho acordar a como me llevaba yo antes con mis padres. Aún así, la relación que yo tenía con ellos era diferente, la situación de Nick era diferente. Me apenaba mucho saber que estaban peleados, no podía ni imaginarme lo que Nick debería sentir. Pero yo estaría a su lado para apoyarlo en todo momento.

Mientras caminaba por la calle, decidí acercarme a la cafetería donde solía ir todas las mañanas. Me detuve frente a la mesa donde siempre me sentaba a tomar un café y a intentar avanzar con mi libro. Sonreí ante el recuerdo. Tendría que volver a esas mañanas en algún momento, era agradable. Podría venir con Nick también, pensé.

Estaba a punto de tomar asiento cuando me entró una llamada. Era Mark.

—¿Hola?

—Hola, pequeño rayito de sol, ¿cómo va todo? —dijo con alegría. Sonreí.

—Bien, muy bien ¿y tú? ¿Por qué estás tan feliz?

—Bueno, escritora y novia de un guitarrista famoso, tengo excelentes noticias que van a hacer que festejes en una terraza de lujo y me invites a pasar toda una semana en las Bahamas.

—¿Ah sí? Quiero escuchar eso.

—Bien, pero toma asiento porque vas a desmayarte sino.

—Ya, Mark, dime —Lo escuché reír.

—Ayer a la noche estaba sentado en el sillón viendo una serie en la tele, bueno, mejor dicho, estaba en pausa porque Anya había ido al baño...

—Un momento —lo frené —. ¿Qué hacías con Anya ayer en la noche?

—Pasaron muchas cosas mientras no estuviste estos meses, después te explico, ahora déjame terminar con esto. Bien —retomó con el relato —. A todo esto, me entra una llamada de un número desconocido, atiendo y preguntan por ti.

—¿Por mi?

—Si, pero les dije que tuviste un inconveniente y no estabas en Nueva York. Aunque les comenté que soy tu manager y se quedaron hablando conmigo.

—¿Quienes?

—Los dueños de una editorial, Camille —Sonreí de oreja a oreja al escuchar eso —. Estuvimos hablando un rato y quieren firmar contrato contigo para continuar con la impresión de tus libros, incluyendo el que estás escribiendo ahora.

—¿Enserio? Pero no lo terminé...

—Ahí viene la segunda cuestión —prosiguió —. Ellos van a asesorar tu trabajo a cambio de que todas las semanas envíes un adelanto de tu libro, como para corroborar que de verdad estás avanzando con la escritura. Les dije que aceptarías.

—Si, si, acepto completamente. ¿Hay alguna reunión o algo? ¿Cómo puedo agradecerles?

Hey, yo también merezco un poco de mérito ¿no?

—Si, Mark, gracias a ti también —rodé los ojos.

—Sé que lo dices porque te lo pedí, pero está bien. Es tu sueño. ¿Te parece si arreglamos una reunión virtual para hoy a la tarde?

Lo pensé un momento y recordé que tenía la tarde ocupada.

—No puedo, salgo con Nick.

—Bien, ¿más a la noche?

—Tampoco, sigo saliendo con Nick.

—Ustedes dos son un par de chicles —burló —. ¿Qué tal mañana a la tarde?

Te Encontré en París [Completa]Where stories live. Discover now