Capítulo 15

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Camille

Ayudar a alguien de la forma en la que tenía que hacerlo con Nick no era fácil. Lo había visto tocar la guitarra, al menos unas cuantas notas. Le había pedido que describiera el momento exacto en donde se sentaba a escribir y a componer. No solo con acciones, sino con sensaciones. Todo lo que sentía en esos momentos era clave.

Así habían pasado los primeros tres días. Nick leyendo las letras de sus canciones, tocando algunos acordes y yo anotaba palabras clave que escuchaba decir. Pero más importante, lo observaba. La forma en la que sus músculos se tensaban al recordar aquel suceso cuando cantaba una que otra de sus canciones.

Ahora estábamos sentados en la terraza viendo la ciudad de París de noche como Nick solía hacer siempre.

—¿Seguro que no tienes hambre? —preguntó dando un sorbo a su cerveza.

—Puedo cenar más tarde —sonreí.

—¿Quieres? —ofreció tendiendo el vaso.

—No, gracias, no tomo.

—¿En serio? No te creo —Se enderezó en un asiento.

—No soy fanática. La última vez que tomé no resultó muy bien, desperté en la puerta de mi casa, no sé cómo llegué ahí.

—Entonces mejor me la quedo, no vaya a ser que te emborraches y termines dormida en la cima de la Torre Eiffel —dijo divertido.

—Tampoco exageres.

—Yo nunca desperté borracho en la puerta de mi casa, preciosa.

Preciosa.

Me había llamado así desde el primer día en que llegué y curiosamente no me molestaba como antes.

—Estoy segura que te emborrachaste alguna vez.

—Nunca dije que no lo hiciera —No agregó información luego de eso.

—¿No vas a contarme?

—¿Tengo qué hacerlo?

—Yo te conté mi anécdota.

—No te pedí que lo hicieras.

—No empieces —Fruncí el ceño y él rió.

—Bien, te contaré. Aunque no es tan increíble como la tuya —burló —. La primera vez que me emborraché fue cuando tenía dieciocho años. Estábamos con Lucas y mi hermano en una fiesta al lado de un río. Estábamos pasándola bien y empecé a sentirme un poco mareado, ya sabes.

—¿Te caiste al río?

Oh, yo no, Lucas sí. —Rió ante el recuerdo —. Eran las cuatro de la mañana y éramos tres muchachos borrachos paseando por las calles de un pueblo cerca de aquí. Fue ahí cuando vimos una tienda de tatuajes y piercings.

—Ya sé a dónde va esto.

—Si... —Se arremangó el brazo dejando ver un tatuaje en forma de nube.

—¿Qué significa?

—Por Dios, Cam, estaba borracho, no sé qué significa —Se quedó mirando el tatuaje —. Yo me hice la nube, Lucas un sol y Eric un rayo.

—¿Eric es tu hermano? —Asintió.

—Fue mi primer tatuaje y... no sé, me alegra compartirlo con ellos —Luego me miró aún con una sonrisa en el rostro —. ¿Tú tienes alguno?

—Me dan miedo las agujas —confesé.

—¿Pero te gustaría?

Lo pensé.

Te Encontré en París [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora