Capítulo 44

1.1K 89 4
                                    

Nick

—No —dije con firmeza hacia mis padres por enésima vez.

Hank me había pedido que me reuniera con él y mis padres esa mañana en mi departamento para discutir el hecho de que quisieran llevarme a Finlandia.

Antes de encontrarme con ellos, le había pedido a Cam si podía salir a dar una vuelta. Fui sincero con ella y le dije que no quería que me escuchara hablar con mis padres porque no sería nada agradable para ella. Cam solo sonrió y me pidió que apenas terminara le avisara así podíamos pasar tiempo juntos. En ese momento mi corazón había dado un vuelco.

Me tenía a sus pies.

—Esa respuesta no hará que cambiemos de opinión —dijo mi madre, Alicia Park, una diseñadora de modas extremadamente conocida.

De los dos ella era quien más insistía en irme, mi padre, por otro lado, solo seguía lo que mi madre decía.

—No me iré —Le dí un sorbo a mi lata de cerveza —. Tendrán que sacarme a patadas porque no voy a mover mi culo de este departamento.

—Esto es por esa chica ¿cierto? —preguntó indignada —. No puedo creerlo, tuviste que habernos consultado antes de contratarla —espetó hacia Hank quien estaba al lado de la ventana.

—Era la última en mi lista —se defendió.

Mi madre bufó.

—¿Cómo dijiste que se llamaba? ¿Camila? ¿Camelia?

—Camille —la miré.

—Es lo mismo. Esa Camille te está comiendo la cabeza, lo mejor para ti es alejarte de ella y venir a Finlandia, tendrás que aceptarlo.

Fruncí el ceño.

—Te doy cinco segundos para que te retractes o te saco de mi departamento. Uno —Se cruzó de brazos —. Dos...

—Mejor hablemos de otra cosa —interrumpió mi padre, Edward Dawson,  un abogado y empresario asquerosamente rico.

—¿Sobre qué?

—Hank nos dijo que estuviste escribiendo una canción. — Me giré hacia él, solo se encogió de hombros —. ¿Cómo es?

—Nunca les interesó mi música ni la de Eric, no voy a mostrarles mi canción y menos ahora que quieren obligarme a vivir en Finlandia. Y les recuerdo, que mi respuesta es que no.

—¿Qué te dije? Le lleno la cabeza de ideas —acotó mi madre y eso me enojo. ¿Cómo se atrevía a hablar de ella así?

—Voy a pedirte, otra vez, que te retractes, carajo. No hables así de mi novia.

Novia. Aún no lo es, Nick.

Mi madre hizo una mueca.

—¿Tu novia? —Puso los ojos en blanco —. Eres un irrespetuoso, yo no te crié así. Hablaremos cuando estés de mejor humor. Ya entenderás lo que es bueno para ti —Se dió la vuelta y amagó a irse.

—¿Lo mejor para mí? —la detuve —. Ustedes no saben qué es lo mejor para mí y son las últimas personas en este asqueroso mundo que pueden decirme algo como eso.

—Nick —Hank apoyó la mano en mi hombro.

—No —lo aparté —. Estoy cansado. No soy un niño, tengo veintitrés años y sé perfectamente que es lo que quiero para mi vida —Miré a mis padres —. Ustedes me abandonaron cuando Eric murió y les importó un carajo si yo seguía con vida o no. Nunca aceptaron que la música es todo para mí y desaparecieron durante un año entero.

—Te enviamos regalos e intentamos llamarte —espetó mi madre.

—Vete a la mierda, eso no es lo que necesitaba. Los necesitaba a ustedes y no estuvieron. Los regalos no me importaban, me importaba que mis propios padres no se preocuparan por mi salud.

—Si nos preocupamos —agregó mi padre —. Estuvimos muy ocupados, pero ahora podremos tener más tiempo juntos si vienes con nosotros.

—¿Se dan cuenta de lo que me están pidiendo? Quieren que me vaya de mi departamento y alejarme de todos mi amigos solo porque "es lo mejor para mí". No me pidan que esté con ustedes cuando ustedes no estuvieron para mí.

—Si lo hicimos —dijo mi madre.

—¿Si? —Ladeé la cabeza —. ¿Dónde estaban cuando me diagnosticaron? ¿Dónde estaban cuando recaí? ¿Dónde estaban cuando me medicaron hace meses? ¿Dónde estaban cuando mi música empezó a darme asco? ¿Dónde estaban cuando yo me perdí a mi mismo? ¿Dónde estaban cuando Hank les pidió que me visitaran en mi cumpleaños? ¿Dónde estaban cuando se cumplió un año de su muerte? —Apreté los dientes —. Nunca estuvieron conmigo cuando de verdad necesité que cumplieran su rol de padres.

Noté los ojos llorosos de mi madre.

—Estaba al borde del abismo —continué —. Y no tenía ninguna de sus manos para no caer. Hank estuvo conmigo desde el principio, Lucas no me abandonó a pesar de haberlo tratado muy mal los primeros meses y Cam llegó a mi vida para enseñarme que ser yo mismo es todo lo que está bien. No me pidan que renuncie a todo eso cuando ustedes no fueron capaces de visitarme en una sola vez mientras atravesaba el peor año de mi vida.

—Nick, ya... —intentó frenarme Hank.

—Tuve que casi morirme para que vinieran a duras penas a verme.

—Nick.

—Nunca les importó si yo me tiraba o no del balcón. Ustedes estaban disfrutando de sus viajes por el mundo mientras yo me pudría en mi habitación.

—¡Nick!

—¡¿Qué?!

—Suficiente —Sentí mi garganta temblar.

No me atreví a mirar a mis padres cuando salí del departamento. Estaba enojado, estaba liberado, estaba abrumado. Les había dicho la mitad de las cosas que tenía para decirles.

No iba a dejar que me llevaran a Finlandia. Las personas que más amaba estaban en París, no podía alejarme de ellas. Mis padres nunca estuvieron para mí cuando más lo necesité, no podían pedirme que los siguiera ahora cuando lo que más necesitaba era quedarme donde estaba.

Te Encontré en París [Completa]Where stories live. Discover now