Capítulo 34

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Nick

Me parecía extraño decir que las cosas habían mejorado, que todo parecía comenzar a ir bien. Me sentía diferente y de una forma buena, agradable. Había podido expresarme mejor con Hank y Lucas sobre cómo me sentía en realidad y lo difícil que estaba siendo aún superar la muerte de mi hermano. Había comenzado a componer una canción, apenas llevaba un verso, pero Laura me dijo que era un gran avance.

En parte estaba feliz la mayor parte del tiempo, intentaba mantenerme ocupado como de costumbre para evitar pensar en las cosas que me hacían sentir mal.

También estaba intentando recordar a Eric con una sonrisa por más doloroso que fuera. Sabía que no lo volvería a ver o escuchar y eso me dejaba un vacío en el pecho junto con un nudo en la garganta. Pero era en esos momentos, donde intentaba encontrar un poco de tranquilidad en brazos ajenos.

Diciembre estaba siendo un mes muy inesperado, diferente a los otros. Quizá era porque empezaba a hablar más con mis padres para planear las fiestas en familia como de costumbre; o podría ser por la presencia de Camille en mi vida.

Nunca antes había estado con alguien de la misma forma que con ella. Y no me refería solo a besos y caricias, deseo y lujuria, sino al cariño y a la corriente eléctrica que recorría mi cuerpo cada vez que la veía. La relación que empezábamos a construir era un poco confusa, no lograba entender verdaderamente que terminamos siendo al final del día cuando ella abandonaba mis brazos y se iba a su habitación a dormir. Tampoco lograba comprender qué eran esas sonrisas que intercambiábamos cuando ya no quedaba nada que decir o porque me sentía tan vivo cuando ella estaba a mi lado.

Era difícil de explicar. Era como si ella hubiera despertado algo en mí que siquiera sabía que existía.

—Eso es a lo que me refería cuando dije que no me creía una mierda en que ustedes eran "solo amigos" —soltó Lucas, quien estaba recostado en la cama.

—Eso lo dijiste antes de que pudiera pasar algo —espeté.

—Con más razón —sonrió orgulloso —, soy un genio. Lo supe desde un principio y lo comprobé cuando estabas pensando en pagarle la universidad. ¿Quién haría eso por alguien a quien no soporta? —Se enderezó en la cama —. De todos modos, me gusta que alguien pueda sacar tu lado cursi.

—No tengo lado cursi.

—Todos dijimos lo mismo alguna vez —Se puso de pie y comenzó a recorrer la habitación.

—Vas a marearme.

—¿Y cómo fue? —Fruncí el ceño.

—¿Cómo fue qué?

—La propuesta, obvio —Hizo una mueca.

—¿Qué propuesta?

—Aquella en la que la invitas a cenar a un lugar muy bonito, la llevas a pasear por las calles de París, le pides que sea tu novia, ella dice que sí, vuelven al departamento, hacen lo que sea que quieran hacer, guiño, guiño y al día siguiente amanecen como una pareja feliz con un futuro prometedor —No sabía si me había sorprendido más lo qué dijo o cómo lo dijo. Arqueó una ceja esperando mi respuesta, la cual no llegó —. No lo hiciste ¿cierto?

—No...

—¡Por favor, Nick! ¿Cómo no se lo pediste?

—No lo sé. No se me pasó por la cabeza...

—¿Y qué haces ahí parado? Ve y pídele una cita.

—Más despacio —Me paré —. Apenas llevamos una semana o dos así, ¿no es muy pronto?

Te Encontré en París [Completa]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon