Te Encontré en París [Completa]

Capítulo 32

Nick

(1 año atrás. 29 de septiembre, París)

-¡Nick, arriba! -La puerta de mi habitación se abrió con brusquedad.

-Ya voy... -murmuré, acurrucándome un poco más en la cama. -Solo cinco minutos más.

-Ya pasó media hora -Eric sacó la sábana y la tiró al suelo. Me quejé -. Que no se te ocurra, arriba.

-Mhmm...

-¡NICK! -Lo ignoré y continué con lo mío -. No me obligues.

Hice caso omiso y no lo escuché protestar, en su lugar, un pitido fuerte que casi me arrancó el tímpano. Supe que había prendido los equipos y acercó el micrófono al parlante. Me sobresalté.

-¡¿Qué mierda te pasa?! -grité.

-El que avisa no traiciona -se encogió de hombros y dejó el micrófono donde estaba -. Arriba guapeton, hay cosas que hacer.

-¿Qué hora es? -bostecé.

-¡Son las dos de la tarde! -exclamó.

-Aún es temprano.

Lo escuché bufar.

-Vamos, llegarás tarde al estudio -Se acercó a la puerta y se detuvo para darse la vuelta.

-¿Qué quieres ahora? ¿Un beso de buenos días?

-Que chistoso. Buenos días, Nick -sonrió como si no me hubiera levantado a la fuerza hace apenas un minuto.

-Si, si, largo.

Desapareció y me dejó solo en mi habitación. Exhalé aire y me dejé caer sobre el colchón, mirando el techo. Hoy era el día donde terminaríamos los últimos detalles de mi última canción. Eric me había ayudado mucho y los dos estábamos emocionados por que saliera a la luz ya.

Cuando terminé de cambiarme me dirigí a la cocina donde Eric estaba hablando por teléfono. Lo pasé de largo y agarré la cafetera para servirme un poco de café de ayer. Me giré para verlo.

-Si, mamá. Si. Allí estaremos. Oh, ¿Nick? Si, está despierto, ¿quieres hablar con él? -Alejé la taza de la boca y le dije que no con los labios y moviendo el dedo índice. Puso los ojos en blanco -. Ahora que lo pienso otra vez, se está bañando, pero le digo que te llame cuando termine. Si, se acaba de levantar. Bien. Buenisimo. Nos vemos, mamá, yo también te quiero. Si, le mando saludos. Chau -Colgó -. Eres un mal hijo.

-No tengo ganas de hablar con mamá, ahora. Después la llamo, lo prometo.

Apoyó los antebrazos en la encimera.

-Si, seguro -burló.

-No me creas.

-Nunca los llamas, yo soy el que hace de mediador.

-No exageres, Eric -Bajó la vista al café.

-¿Enserio tomas eso?

-Es café.

-Si, pero debe estar helado.

-Me despierta más -Me encogí de hombros -. ¿A qué hora nos esperan?

-En dos horas, así que mejor apurate o Hank va a enojarse.

-Va a entenderlo.

-¿Y la disquería?

-Yo los contraté.

-No funciona así -Arrugó la nariz.

-Cierto, olvide que eres un profesional.