"Lobo bueno o lobo malo"

1.6K 141 6
                                    


Me quede mirando desde la distancia a la chica mientras nadaba. Estaba tranquila, su corazón me hacía saberlo.
No sabía si era humana o no, pero no iba a arriesgarme a salir en mi forma licantropa, no quería asustarla.

He venido aquí desde hace meses y nunca había visto a nadie. Mentiría si dijese que este no se había convertido en mi refugio cuando todo iba mal, porque lo es.

No se que me pasaba, no podía apartar la vista de ella. Mi cuerpo pedía que me acercase más, pero luchaba con esos instintos. Podía volver a mi forma normal, pero estaría desnuda y tampoco era plan.

Pasaron varios minutos y ambas seguíamos igual. Yo escondida en entre los árboles, y ella nadando.
Comenzó a sonar un teléfono, deduje que era el suyo, puesto que yo, bueno, estoy como estoy.

La vi salir a la orilla de la cascada, donde tenía una toalla con ropa seca y el teléfono. Descolgó la llamaba y comenzó a hablar.

- Hola, mi amor- escuche una voz de hombre a través del teléfono.

- Pensé que estabas dormido- respondió, mientras se secaba con la toalla.

- Na, estaba pensado en ti, ¿que haces?-

- No mucho- enrollo su toalla al cuerpo- en mi habitación viendo una serie- mintió. ¿Por qué mentiría?

- Y... ¿estas en pijama?- no me puedo creer que vaya a hacer eso.

- ¿Enserio? ¿Para esto me llamas?- negó con la cabeza.

- Y para saber como estas- huele a mentira.

- Jackson, entiendo que estés de bajona por lo que ha pasado hoy con la chica esa, pero no todo se arregla con sexo- se quejo dejando la toalla en el suelo nuevamente.

- Bueno, pero ayuda- rio. Solo podía ser él, como no.

- Mira, me voy a dormir. Nos vemos mañana- alejó el teléfono de su oreja sin darle tiempo a contestar y colgó- Siempre me hace lo mismo- susurró.

Comenzó a vestirse y, aunque no podía ver muy bien por la distancia, sabía que era atractiva. Su melena larga y su abdomen definido, era lo único que podía identificar.

De pronto algo alertó a mis sentidos. Podía escuchar sus pisadas a lo lejos al igual que sus gruñidos, venía rápido y lo divide a unos metros de nosotros. Era un lobo salvaje, lo se porque ni siquiera se paro a olerme, iba a por ella, su presa.

No lo pensé dos veces cuando vi que aquel lobo gigante fue a tirase hacia ella, pero yo fui más rápida y lo empuje contra unas piedras dejándolo aturdido un momento.

Mire a la chica estaba asustada. Esta vez pude apreciar sus ojos verdes y su pelo oscuro mojado por el agua.
Estaba sentada en el suelo, tenía miedo no me hacía falta olerlo, sus ojos verdes me dejaban verlo. Me agaché lo suficiente para quedar a su altura, dándole a entender que subiese. Tenía que sacarla de aquí y aprovechar estos minutos hasta que el lobo se recuperase.

No reaccionó hasta que escucho el gruñido del otro lobo, que lentamente se incorporaba. Me acerque un poco más, esperando que esta vez pillase la indirecta. Al ver que el otro comenzaba a ponerse en pie otra vez, reaccionó, subiéndose por fin a mi lomo.

No me demore en correr, tenía que alejarla de ahí lo más rápido posible y encargarme del salvaje o esto podría acabar con muertos. Note como se agarraba a mi pelaje con fuerza, por miedo a caerse.

Escuche como nos seguía, aunque estuviese lejos sería fácil alcanzarme estaba desatado y sus emociones le hacías más rápido aunque fuese un omega. Miraba de vez en cuando para no perderle de vista. Daba gracias a que me conocía este bosque como la palma de mi mano y podía despistar le.

- Si me escuchas- gruñi dando a entender que si- Nos esta alcanzando, si pusieses ir más rapi- no le di tiempo a terminar cuando acelere mi velocidad, haciendo que ella se agarrase más fuerte.

Estábamos llegando a la grieta, un hueco que divide el territorio licantropo con tierras de nadie. Para cruzar al otro lado había que saltar unos 20 metros para llegar. ¿Cómo lo se? No era la primera vez que lo saltaba.

- No, ni de coña vamos a llegar al otro lado- que poca fe tiene en mi, le estoy salvando la vida- Vamos a morir- sacudi mi cabeza- Si ese gesto es un no, no estoy de acuerdo hay como unos 30 metros- exagerada- Okey no vas a parar porque estás yendo más rápido, osea que tendré que confiar en ti- muchas gracias, por fin te das cuenta- Bien, confío- nos acercábamos al salto- Confío...yo- 3...2...1...- ¡CONFIOOOO!- grito pegada a mi lomo.

Llegamos sanas y salvas al otro lado hasta nos pasamos cuatro metros del borde. Como vi que todavía no reaccionaba sacudi un poco mi cuerpo.
Poco a poco fue abriendo los ojos, darse cuenta de que pasamos el otro lado.

- Madre mía- paso sus manos por su cara- Lo has hecho- me miró- Gracias-

Baje mi cuerpo como lo hice antes, dejando la altura perfecta para que bajase. Una vez estuvo en el suelo, me aprate dándole espacio, no quería asustarla mas de lo que ya estaba.

Ella me miró, ladrando la cabeza como si intentara descifrar algo, yo hice lo mismo. Dio un paso adelante, mirándome con cautela. Después hizo algo que me dejó extrañada. Estiró su mano como cuando dejas que un perro te huela y, aunque un poco perro pudiese ser, esto era raro. La mire ladeando la cabeza, para que entendiera que no sabía porque hacía eso, lo que causó que una pequeña risa saliese de sus labios.

- Perdon- seguía en su posición- Es la primera vez que estoy cerca de un lobo que no intenta comerme y no se que hacer. Creo que como entiendes lo que digo, solo te diré gracias- iba a bajar la mano cuando mi cuerpo se adelanto y deje mi cabeza en su palma.

Podía sentir su calor corporal y era muy agradable. Al principio dejó su mano así, estirada, hasta que comenzó a acariciarme la cabeza. Aunque esto fuese humillante, me gustaba, mi cuerpo reaccionaba a la calidez de su mano. Me dejé caer un poco al suelo, estaba cansada, pero no deje de mirarla.

- Eres enorme incluso agachado- río- ¿Puedo?- señaló mi cuerpo. Agaché mi cabeza y cerré mis ojos dejando que tocase mi pelaje negro- Wow, es muy suave- al pasar sus manos, por lo que sería mi espalda, solté un leve gruñido, algo me dolia- Perdón, tienes una herida bastante grande ahí- me incorpore, no quería darle lastima a una desconocida- Creo que tienes una astillas algo clavado, déjame quitártelo, es lo mínimo que puedo hacer- sonrió y te juro que me derreti.

No pude decirle que no y tampoco quería. Me volví a agachar. "Lo siento si te duele", fue lo que dijo mientras sacaba la astilla de mi cuerpo. Apenas lo note, pues lo hizo con tanto cuidado que no dolió.

- Ya esta- la tiro a un lado- ¿Mejor?- gruñi- Me lo tomaré como un si- río otra vez. Su teléfono sonó, está vez sólo era un mensaje- Yo... me tengo que ir- guardo su teléfono- Gracias de nuevo lobito o lobita- acarició por última vez mi cabeza- Desde aquí ya estoy a salvo, no vivo muy lejos. Adiós- se fue corriendo. Hasta que la perdí de vista.


....

Bueno poco a poco va empezando lo bueno jejeje. Espero que os guste y siempre pediré perdón por las faltas de ortografía. No me maten :').


Algo así me imagino a Loren, pero con los ojos amarillos con motas rojas.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Esto es imposible | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora