Esto es imposible | TERMINADA

" Necesitamos un plan "

POV LOREN

Salí de la ducha, me vestí y me encontré con Hayley, sentada en la cama mirando sus pies. Al escucharme me miró, la cosa seguía aún incómoda.

Seguía molesta con ella, bueno, más que molesta, dolida. No me gustaban las mentiras y menos que lo hiciera ella. Encima, después de la confesión de que lo que sentimos puede que no sea nuestro, si no por lo que tenemos dentro, estaba más confundida. Deje la ropa que llevaba a un lado y nos dirigimos al salón en silencio.

Me prepare mentalmente para ver las caras de los mentirosos que tenía por amigos.

Las puertas se abrieron y todos mi miraron. Algunos con pena, otros con vergüenza y arrepentimiento. No me importó, no podia hacerlo ahora, tenía que salvar a mis...abuelos.

- Hasta que llegas- dijo Penelope.

- ¿Estas bien?- preguntó Dorian.

Asentí, no lo estaba, estaba molesta, decepcionada y confusa. Todo lo que creía pensar sobre mi vida, es mentira.

- Lumus- la sombra apareció, feliz- ¿Puedes hacer un rastreo de mis abuelos?- él se movió de un lado a otro.

Saqué de mi bolsillo el collar que encontré en el suelo cuando volví a la casa y se lo extendí. Se movió al rededor de el y salió volando.

- Vosotros dos seguir le- ordene a los gemelos.

Ellos asintieron, acatando mi orden y se fueron tras Lumus.

Me acerque al mapa que había encima de la mesa y lo observe. Era imposible que se hubieran quedado en el mismo sitio, ya no tenían nada ahí.

- Loren...- hablo Celeste.

- Cuando Lumus y los gemelos vuelvan haremos un plan- finalice, mire a Penelope- Voy a entrenar, ¿vienes?- ella asintió y salimos juntas de ahí.

Pasaron veinte minutos desde que los tres se fueron y yo ya casi me había quedado sin sacos, los rompí casi todos de los golpes.

- Deberías relajarte, vas a joder todo el material del gym- dijo Penelope.

- No....me..importa- pegue al saco.

- Se que estas molesta, pero los sacos no tienen la culpa- se acerco.

- Quieres que descargue contigo- gruñi, mirándola.

- Nop, estoy bien desde aqui- alzó sus manos.

- Genial- seguí golpeando el saco.

Podia notar la rabia apoderándose de mi, pero era distinta, yo no solía ponerme así. El último puñetazo que di hizo un agujero al saco. Cuando saque la mano un humo negro rodeaba mi puño. Se desvaneció enseguida, pero estaba ahí, pude verlo.

- ¿Estas bien?- Penelope se acercó precupada.

- Necesito aire- me aparté y salí de allí.

Por alguna extraña razón los jardines eran el único lugar que me hacían sentir bien, en paz.

Me adentre lo más profundo que pude, quería dejar de ser vista por un momento. Acabe sentada entre dos pequeños matorrales, los distintos olores a plantas inundaban mis fosas nasales. Era agradable escuchar las flores moverse por el aire o los pájaros sobre los árboles.

- Has vuelto- susurro Anston.

- Que susto- le mire- He vuelto- le sonreí.

Se acerco a mi y me abrazo. Le rodee fuerte con mis brazos.

- Pensé que nos habías dejado Lolo- dijo contra mi pecho.

- Nunca os dejaría- bese su cabeza.

- Porque somos familia- sonrió y me miró con sus ojitos.