" El calor de la luna "

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POV CELESTE

Otro mes había pasado, cada día me parecía menos un infierno y más...agradable. Reconozco que es gracias a Loren, su carácter y su compañía hacían esto mucho más ameno. Su plan seguía dando frutos, cada día notaba el colgante más cargado, si seguíamos así, dentro de unas semanas mas, podríamos llevarlo a cabo.

Por otro lado, se propuso provocar a los brujos, así se la llevarían a ella en vez de a mi y yo no estaría tan cansada. En ese mes seguí conociéndola, me pareció muy fuerte por todo lo que pasó. Las palizas de su padre, estar encerrada durante semanas o incluso meses, en una celda...todo me pareció una salvajada. También me contó un poco sobre ella, que le gustaba hacer, comidas favoritas incluso me habló de su mate. Me encantaba escucharla, podía sentir me como cuando una madre escucha a su hija.

- ¿Tu puedes decirme si de verdad estamos destinadas?- me miró.

- ¿Qué me crees una especie de bruja del amor?- la mire con una sonrisa.

- Bruja si, del amor, no lo se- rio- Es solo que, ella es buena, me trata bien, me defiende y yo no estoy acostumbrada a eso ¿y si la cago?-

- ¿El amor no se trata de cagarla?- pregunte.

- No lo se, nunca estuve enamorada- abrazo sus rodillas- ¿Y tu?- negué.

- Como Diosa Celestial, no puedo sentir esa clase de amor- conteste con sinceridad.

- ¿Ni por tu hija? Un amor maternal- pensé la respuesta, pues había pasado tanto tiempo que no me acordaba de ese sentimiento.

- Si alguna vez lo tuve, no me acuerdo- confesé.

- Entendible, llevas dieciocho años sin verla- suspiro- ¿Cuanto tiempo la tuviste en brazos?-

- Un mes- sonreí con pena- Casi ni me acuerdo de su cara, solo de sus ojos rojos-

- Vi una foto, era muy bonita- sonrio- Con sus pestañas, sus colmillos...-

- Lo era- la mire.

- Victor me contó una historia sobre ella y un campo de flores- rió- Nos dijo que obligó a un guardia por pisar una flor-

- Lo hizo, hasta se estaba por las noches para dormir ahi- sonreí ante aquel recuerdo.

- Pues que niña más caprichosa- dijo con sarcasmo.

- Lo era, le encantaba estar pegada a mi y a Penelope, ambas jugaban todo el día- una lágrima recorrió mi mejilla- Un día, cuando Penelope túvo su primera trasformación a la edad de un año y se acercó para jugar con ella, se asustó, la agarró y lanzó por los aires-

- ¿Todo eso con un mes?- asentí- Pues no me quiero imaginar ahora- resoplo.

- La echo de menos- susurre, dejando que otra lágrima saliese.

Ella se acercó en silencio, se quedó a mi lado. Nuestros brazos rozaban, ella soltó un largo suspiro antes de hablar.

- Se que no soy tu hija y que no puedo compensar dieciocho años de ausencia de un vínculo maternofiliar, pero mi madre solía hacerme cosas en el pelo cuando yo estaba mal por discusiones con mi padre- poso su cabeza en mi hombro- No se si tu lo harías con tu hija, pero imagínate que esta aqui por un momento y haz lo que harías tu como madre-

Cerré lo ojos, imagine ese mundo paralelo, dejando mi mente vagar por esas ilusiones que se me presentaban. Pose mi mano en su espalda y comencé a darle leves masajes. Con la otra agarre su mano.
Estuvimos un rato así, se sintió bien. Quizá ella no era mi hija, pero esto que estaba haciendo me hacía sentir como si lo fuese. Dos meses habían pasado desde que la encerraron conmigo y, siendo egoísta, fue lo mejor que me pasó en todo este tiempo.

Esto es imposible | TERMINADAWhere stories live. Discover now