Esto es imposible | TERMINADA

" Sola con mis pensamientos "

POV HAYLEY

Me quedé toda la noche a su lado, pensando en lo que me dijo Dorian. No podía ser así, ¿cierto? Estaría condenada a mi, para siempre. Dependería de mi, yo no puedo aceptar eso, no es justo.

"Nosotros no lo elegimos, pasa" su voz, resonó en mi cabeza. Sabía que ella demasiado tarde, por qué lo junten aquel recuerdo, cuando nos conocimos en ese lago fue ahi, ahí apareció Nora.
Llevaba siendo su mate desde los cuatro años y ella no lo sabía, porque mi padre le borro la memoria.

Algunas lágrimas se escaparon de mis ojos, le di la espalda y, aunque estuviese dormida no me iba a arriesgar. Como si me leyese el pensamiento, se giro, rodeando mi cadera con su brazo para pegarme a ella.
No supe si lo hizo conscientemente o no, pero entrelace su mano con la mía y me acurruque en su cuerpo.

Minutos después me quedé dormida en sus brazos.

A la mañana siguiente, me desperté a causa de los rayos de sol, que se colaban entre las cortinas.
Me moví, aún con los ojos cerrados, una felicidad se instaló en mi pecho, no era mía o eso creo.

- Buenos dias- dijo Loren con la voz ronca.

- Mmmm- escondí mi cara en su cuello para evitar los rayos del sol.

Ella pasó su brazo por mi cintura y me pego más a su cuerpo, me gusto, me hacia sentir protegida.

- Lo siento...-susurro- Por lo de ayer-

- Lo único que me importa es que estas bien- me aparte un poco para mirarla.

Intente abrir los dos ojos, pero solo lo logre con uno. Una sonrisa estaba instalada en su rostro. Se veía hermosa.

- Siempre que estés a mi lado, estaré bien- confesó.

Mi corazón latió como loco, deje de pensar, solo quería sentirla y eso hice. Agarre su rostro y la bese, ella me correspondió al segundo. Sus ojos brillaban con deseo.

- Tus ojos- dije.

- Los tuyos también- sonrió- Bésame-

Así lo hice, deje que el deseo se apoderarse de mi. Segundos después estaba encima suya. Ella arrancó mi camiseta, gruño cuando no le salió como ella quería. Su toque era caliente ante mi piel fría. Se incorporó, dejando me vía libre para quitar su camiseta. Solo nos separamos para quitarnos las prendas, el resto no nos importaba.

Deposite mis manos en su abdomen, pude notar sus heridas sanado. Había restos de sangre al rededor. Intenté apartar la mirada, pero su sabor llegó a mi paladar, mis colmillos aparecieron, nunca me descontrolaba así por la sangre, pero con ella...

Antes de que pudiera hacer algo, tomó mi rostro en sus manos y me besó.

- Hazlo- susurro- Lame lo- me miró.

- Tengo miedo de morderte- confesé.

- Tampoco nos importaría- sonrió.

Asentí, comencé a dejar besos por su cuello, ignore el palpito de su yugular y seguí bajando. Cuando llegue al abdomen me pare, el olor de su sangre llego a mis fosas nasales, era exquisito. Pasé mi lengua por el bode de una de sus heridas llevándome los restos con ella. Cerré los ojos ante la sensación, quería más. Seguí con la siguiente, ella me recogió el pelo con su mano para que no me molestase.
Al fijarme bien en sus heridas, vi les costaba sanar.

- ¿Lo haces a propósito?- asintió.

- Tienes que tener hambre- contesto, razón no le faltaba, pero si seguía alimentado me de ella, acabaría adicta.

- No puedo seguir bebiendo tu sangre- me incorporé.

- ¿Por qué?- pregunto apoyándose en sus codos.