DEUDA [KOOKMIN] +18

CAPITULO 3

Más de cinco minutos.

Habían pasado más de cinco minutos y Jungkook comenzaba a perder la paciencia completamente, caminando de un lado a otro sin soltar balbuceos entre dientes sin dejar de mencionar hacia cuyo pelirosa, quien no había bajado a cenar desde ese entonces.

La comida ya estaba a punto de estar lista, solo faltaba que el muchacho bajará y poder disfrutar del festín.

— ¿Por qué aún no ha bajado? Ya tenia que estar aqui...¡Le dije que bajara! — empezó a gruñir sin calmar su temperamento

— ya bajará, recuerde que esto es nuevo para el...

Opinó un chico castaño de anchos hombros, labios carnosos y una voz suave, quien se adentro poniendo los platos sobre la mesa.

— solo espere señor Jeon

— detesto que me hagan esperar — gruñó sin dejar de caminar haciendo que su cocinero lo mirará siguiéndole con los ojos

Conocía que Jungkook no tenía la suficiente paciencia para que lo hagan esperar, y eso solo lo ponía de mal humor.

Demasiado se prodria decir.

Segundos después, unos pasos provenientes se acercaron hasta aterrizar al comedor donde Jungkook se mantenía esperando.

Justo al mismo tiempo de oír la presencia de alguien viniendo. Jungkook giro inmediatamente logrando ver más que a Eun, solo.

- ¿Donde esta? - preguntó Jungkook con el ceño fruncido

Eun trago saliva sin saber que responder, pues lo que le estaba a punto de decir, no era para nada buena.

Y dudaba que Jungkook lo tomara de buena forma.

- bueno...el...

- ¡¿Por qué no está contigo?!

Eun suspiro y entonces:

- el...no bajará..

Diablos.

🪻🪻

¿Bajar a cenar? ¿Con el?

Eso nunca.

Por más rudo y peligroso que sea, no pensaba bajar por nada del mundo así muera de hambre durante toda la noche, prefería sentir dolor de estómago por falta de alimento, antes de cenar con un maldito psicópata que solo buscaba ser complacido ante sus órdenes.

Estaba seguro que solo se sentiría incomodo estando los dos solos en una mesa, mirándose las caras. El único gesto que Jimin le daría es solamente de odio y desprecio.

Eso es lo que sentía por el.

Desprecio.

No quería verlo.

Se mantuvo sentado sobre el colchón con las piernas apegadas a su pecho y ambas rodillas donde recostaba su mentón, mientras que con sus brazos, rodeaba sus rodillas, dándose ese calor y refugio.

Por lo menos podía sentir paz estando solo.

Pero eso no duró por mucho.

Pues a los pocos segundos, no tardaron en oírse unos gritos tras la puerta, dirigiéndose hacia aquella habitación donde Jimin se encontraba.

Ollendo los fuertes golpes logrando escuchar la voz de furia que Jungkook comenzó a soltar entre gruñidos.

Jimin obviamente no quería abrir la puerta.