DEUDA [KOOKMIN] +18

CAPITULO 13

- ocho....nueve....diez....tu puedes, solo uno más - alentó Yoongi, sosteniendo a Jimin con fuerza de la cintura - eso...

- okey ya, creo...creo que es suficiente - su voz sonaba agitada y con poca fuerza. Sus brazos débiles y cansados, que la fuerza ya no era suficiente. Yoongi finalmente lo soltó con sumo cuidado

Ambos se encontraban en el gimnasio, pues minutos antes, Jimin vio a Yoongi entrenar en aquel lugar, usando pesas. Este se mantenía recostado en una camilla negra, mientras una pesa de varios kilos estaba en medio de su pecho, lo cual Yoongi se sostenía de la varilla y así poder alzar el peso. Por su lado, Jimin le causó bastante curiosidad probar esa máquina, no tardando en acercarse hacia el mayor y pedirle que lo enseñara, a lo que Yoongi no dudó en aceptar.

Entonces Yoongi le puso unas pesas con peso menos para empezar, tampoco quería matar esos brazos con el peso que él estaba haciendo.

Pasaron al rededor de quince minutos y Jimin pudo hacer al rededor de una diez. Nada mal para un principiante.

Por último siguió con la otra máquina la cual era hacer fuerza en los brazos, la cual consistía en poner las manos sobre la varilla y hace fuerza para así levantar su cuerpo, hasta que tú pecho rose la varilla.

Claro que Yoongi le ayudo con eso, lo cual sostuvo su cintura, para que así se acostumbrara.

Jimin ya había echo este ejercicio antes, no quería recordarlo con quién, pero por lo menos recordaba como funcionaba este ejercicio.

Luego de media hora estando en el gimnasio, ambos se sentaron sobre el piso, tomando regular agua debido al sudor que aparecía de su pecho y frente, su respiración irregular debido al entrenamiento.

- sabes, aprendes muy rápido - elogió Yoongi después de tomar aire

- gracias por ayudarme

- no es nada, creo que serias bueno manejando arma, tal vez podrías intentarlo - dijo el. Jimin negó.

- no creo...yo....jamás podría matar a alguien

- y lo sé, pero podrías aprender para así poder defenderte - explicó - uno nunca sabe cuándo llega el peligro, es necesario aprender a usar esas armas y entrenar duro, así nadie te hará daño, podrás defenderte de cualquiera que intente lastimarte.

Jimin lo pensó.

En una parte, Yoongi tenía mucha razón. En algún momento el quedará solo, sin nadie quien lo respalde, estaría en peligro y sin saber manejar un arma, sería su perdición, pues esta vida no era fácil.

Estamos hablando de una vida de mafia, donde estaban entre matar o morir, pues nadie era libre de nada, la maldad estaba por todos lados, si no sabía defenderse....¿Como sobreviviria?.

Yoongi tenía razón en ese aspecto.

- si quieres aprender, solo dime, y yo lo are sin peros - aseguró el con una ligera sonrisa. Jimin le devolvió el gesto - y cuéntame Jimin, ¿Como es que llegaste aquí? - le causaba bastante curiosidad saberlo, pues al principio pensó que era parte de la tripulación de Jungkook, sin embargo, su apariencia dulce e inocente le hizo dudar un poco.

Jimin bajo la mirada, recordando la primera vez que llegó aquí. Y no solo eso, también recordando la vez que le arrebataron de los brazos de su padre.

El pelirosa no evitó ponerse triste ante sus recuerdos.

Yoongi se percató de ello, lo cual se sintió un tonto al preguntar.

- lamento preguntar solo...

- no hay problema - se apresuró a decir - en realidad, la historia es un poco larga