DEUDA [KOOKMIN] +18

CAPITULO 11

Atado en un árbol, Yoongi luchaba por salir de aquellas cuerdas que lo tenían amarrado por alrededor de su abdomen, apegando la espalda sobre el tronco.

Forsajeo pero no lo logra, quedando rendido y la respiración agitada.

No tenía salida.

Mierda.

Las burlas de sus ex compañeros no dudaron en escucharse hasta que logro verlo con claridad, apareciendo por detrás de él.

— ¿que pasó?, ¿Acaso no puedes salir? — su tono burlón solo hizo que Yoongi lo mirará entre dientes. Con furia y ganas de golpearlo.

Lastimosamente sus brazos estaban sujetos con la misma cuerda, impidiendo que pudiera defenderse ante las burlas de los tripulantes.

— ¡que es lo que quieren! — sus labios estaban partidos después de los golpes, con un dolor de mierda en el estómago y su cien con una herida después de ser golpeado con un arma.

— oh, es la pregunta más estúpida que hemos oído de tu parte — susurro, casi bromeando — sabes perfectamente por que estás aquí

— ¿Creíste que tú traición iba a quedarse así? El jefe Seung-cheol anciaba poder verte y acabar contigo — informo su otro compañero

— no le tengo miedo.

— deberías, por que de aquí no vas a salir vivo, y nadie vendrá a salvarte, ni tu nuevo jefe...

No sabía si en verdad lo salvaría, si en verdad saldría de aquí, perdía la esperanza cada hora que pasaba, tenía en cuenta que no podía esperar nada de nadie.

Pero, si no saldría vivo de aquí, si hoy sería su fin, si hoy dejaría este miserable mundo. Solo esperaba que Jungkook cumpliera su promesa de cuidar a sus dos hijas, sus adoradas hijas, sus más preciados tesoros.

Mataría sin piedad quien se atreviera a tocarlas.

Si hoy moriría, esperaba a que Jungkook cuidara de ellas. Apenas eran unas niñas y necesitaban cuidado.

Saber que no podía darles un último abrazo, le carcomia el alma, no asimilaba que esté era su fin, aún podía haber alguna solución.

Solo quedaba sostenerse de aquella esperanza, esa poca esperanza que le quedaba.

— ahora volvemos, más te vale no escapar, de lo contrario te irá peor — amenazó el pelinegro

Finalmente los dos se retiraron dejándolo solo una vez más.

El cielo poco a poco iba oscureciendo, el aire iba aumentando logrando que su cuerpo se erizara del frío, al igual que despeinaba su cabellera debido a la fuerte brisa.

Yoongi agachó con la mirada hacia el suelo, soltando un largo suspiro. Perdiendo la poca esperanza de que alguien podría ir por el.

Esperaba eso.

Tal vez....tal vez no vengan.

Eso es lo que pensó.

Cuando de pronto a los siguientes diez segundos, logró escuchar alguna pisadas de zapatos a un costado de los árboles, supuso que era uno de sus ex compañeros, así que solo permaneció con la mirada hacia abajo sin querer darle importancia.

— Ey... Yoongi — llamó en un susurro

Entonces el hombre pálido abrió los ojos quedando atonito, elevó la mirada, mirando hacia la dirección de la proveniente voz.

No podía ser....

¿Hoseok?, vino por el...

Joder, quería pensar que no era una ilucion, que su cabeza no le estaba jugando una mala pasada.