CAPITULO 42

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Seung-cheol tomó la botella de vodka invirtiendo en el pequeño vaso a una cierta cantidad, poniendolo sobre la mesa para después deslizar hacia la dirección de Yuna, quien estaba a su lado, sentada mientras se miraban frente a frente.

Yuna toma el vaso y bebe un sorbo del trago, saboreando el sabor amargo del alcohol. Puso una pierna encima de la otra, mientras sus ojos coquetos iban hacia Seung-cheol, quien solo se limitó a sonreírle de igual forma.

— desde hace semanas, me he preguntado una cosa...— comenzó a hablar la castaña, separando el vaso de sus labios — ¿a que se debe tu venganza, Choi?

— ¿A que se debe tu pregunta? — cuestionó

— la venganza nace de algo, ¿No es así?

— ¿por que te da curiosidad saber? — preguntó y tomó el trago de un sorbo

— soy tu mujer, aquí no hay secretos — recalcó — te conté mi vida, sin embargo no se la tuya

¿Su mujer? ¿Amante?.

No había recordado haberle pedido que sea su mujer, es por que jamás la hizo.

Cabe recalcar que tuvieron algunos besos y sexo en su habitación, era concientes de su relación con la mujer, la cual no se arrepentía de haberlas tenido, pues Yuna era una experta complaciendo sus orgasmos y deseos lujuriosos de un hombre necesitado de placer.

Sin embargo su relación aparte de lo laboral, solo era sexo y nada más.

Todo hombre necesita a alguien que cumpla sus deseos, para Seung-cheol, Yuna solo era un simple pasatiempo, pero tenía en cuenta, que después de las cosas que pasaron juntos, ahora era su mujer.

Su mujer y amante.

— todo se debe a una tradición y venganza — suspiro sirviéndose otro vaso de vodka, Yuna guardo silencio y llevó su atención hacia el mafioso — mi padre, tenía un ajuste de cuentas con los jeon...y era el dinero, el poder, pero hubo una traición — pausó, mientras apretaba el vaso para después volver a tomar el trago de un solo sorbo — los jeon, se quedaron con el dinero, esos bastardos se quedaron con todo... — frunció el seño, mostrando su dentadura — ellos se convirtieron en nuestros enemigos...alguna vez te preguntates...¿Quien mato a los padres de Jungkook?

Yuna emidecio para después responder.

— nadie supo de su muerte — respondió y miro nuevamente a Seung-cheol notando su mirada ovia y sospechosa, Yuna parpadea quedando atónita al saber la verdad — ¿tu...los mataste? ¿Fuiste tú?

Choi sonrió leve.

— ¿crees que iba a quedarme con los brazos cruzados, después de su traición? — río con vaciló — merecían un escarmiento, ellos son los culpables de que mi padre muriera, el murió de un infarto, no soportó quedar en la ruina, me quedé solo, a mis diecinueve años, pude atreverme a convertirme en un ser despreciable — su voz sonó profunda y vengativa, sus manos convirtiendose en puño al acto que su semblante se volvía fría y dura — pero aún no he terminado con mi trabajo, mi deber es acabar con los Jeon...solo uno más a quien tengo que eliminar y así la muerte de mi padre no quedará en vano

— tendrás tu venganza Choi — aseguró Yuna — y cuando eso pase, lo celebraremos a lo grande

Ambos se sonríen con malicia, preparándose para el plan, sin tener piedad ante su frío corazón, esperando que llegara ese día donde ambos cumplirían con su venganza.

Mientras que por otro lado, alguien los espiaba desde fuera de la puerta de la oficina, quien había escuchado toda la conversación mientras de forma sigilosa se iba alejando del lugar sin ser visto.

DEUDA [KOOKMIN] +18Where stories live. Discover now