CAPITULO 18

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La habitación se encontraba casi oscura, sombría y algo escalofriante. La lluvia comenzó a aparecer, acompañado de fuertes truenos hasta el punto de que aquellos ojos cafés se fueran abriendo a los pocos segundos.

Jimin despertó casi anonado.

Su mirada perdida.

Su mente nublada tratando de procesar que había pasado, como llegó aquí.

El lugar era tan oscuro y silencioso el cual no tenía ni la menor idea de dónde estaba.

Sus ojos comenzaron a aclararse y comenzó a visualizar todo su alrededor.

Aquella tenebrosa habitación no tenía ventanas, las paredes grises, manchas de sangre en algunas zonas la cual ya estaban secas, prácticamente no había mucho que explicar. En este lugar solo estaba el.

Sentado en una silla de madera, sus manos estaban atadas por detrás de la silla, al igual que ambos pies, el nudo era tan ajustado que sus muñecas sentía un dolor.

Jimin trataba de hacer memoria hasta que las imágenes llegaron a su mente.

Gritos, golpes, dos personas extrañas a su lado, mientras uno de ellos le tapó la boca con un paño, la cual votaba un olor tan fuerte que ocasionó que sus ojos comenzarán a serrarse, hasta el punto de llegar hasta aquí.

Tenía miedo.

Hasta que de pronto pudo escuchar unos pasos acercarse hacia la habitación, hasta poder visualizar una silueta por debajo de la puerta.

Su piel se le erizo cuando la puerta se fue abriendo hasta poder ver la figura de un hombre alto, de traje negro, cabello negro, y una mirada algo espeluznante.

— por fin despertó el bello durmiente...

Empezó a hablar Seung-cheol acercandose a pasos lentos hacia el lindo pelirosa, mientras serraba la puerta.

Jimin lo miraba sin quitar el miedo en sus ojos.

¿Quien era? ¿Por que lo tenía aquí?.

— tenía tantas ganas de tenerte aquí...y ahora estoy frente a ti....

Jimin no le respondió, pues este empezó a moverse de forma tosca, tratando de desatar la cuerda que ataba sus manos.

Seung-cheol río ante su acción.

— Ey, tranquilo — posó sus manos sobre los hombros — no puedes salir, solo estás perdiendo tu tiempo

Jimin suspiro con la mirada hacia el piso.

Era inútil.

— eres más lindo de lo que pensé...— confesó, su voz ronca y profunda

Era jodidamente hermoso.

Tan precioso que tenía hartas ganas de contemplar cada parte de su rostro.

Malditamente hermoso que era imposible no perderse en su mirada. Se veía delicado, frágil como si de un muñequito de porcelana de tratase; estaba encantado, fascinado. magníficamente el chico perfecto.

Hasta la palabra perfecto sonaba tan corto, tan simple, nada comparado con cuyo pelirosa, la cual lo atrapó sin que hiciera el mínimo esfuerzo.

Jimin se sintió cohibido ante la descarada mirada que aquel hombre le daba.

Bastaron solo segundos para que Jimin alzará el mentón, para después mirarle de reojo.

— ¿Quien es usted?

El susodicho se alejó sin antes morderse los labios de forma ladina.

Caminó con las manos hacia atrás, hasta que se detuvo, volviendo a mirarlo.

DEUDA [KOOKMIN] +18Where stories live. Discover now