CAPITULO 4

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Un hombre cuyos cabellos negros era golpeado sin piedad, recibiendo puños sobre su rostro por sus rivales quienes no dejaban de de continuar con aquella violencia.

Los gritos eran desgarradores, sus manos estaban siendo atadas hacia arriba por una cadena. Incapaz de poder defenderse así mismo y así los tipos aprovecharon en golpearlo con fuerza sin parar hasta el punto de dejarlo casi inconciente.

Sus labios completamente partidos, la sangre resbalando de su boca, con un malestar en el estómago que dolía como la mierda, el hombre apenas podía respirar con dificultad.

Pero aún así, el no decía ni una sola palabra.

- ¡Habla de una maldita vez! ¡Quien te mando! - gruñó Jungkook mirándolo de reojo - ¡Habla maldita sea! - estaba perdiendo la paciencia

Eso solo hacia que Jungkook frunciera y con un puño golpeara su vientre haciéndole toser sangre.

- n-no...no diré nada - pronunció con dolor, apenas pudiendo mantenerse firme - puedes seguir torturandome si quieres, pero de mi boca no vas a tener ningúna información

- ¿aún sigues creyendo que tú cartel irá por ti?, mirate, te dejaron como un objeto sin valor mientras ellos uian, después de eso, ¿piensas seguir siendoles fiel?

- prometí a mi jefe que no hablaría

- ¡pues tu jefe, te abandonó, estás solo!, así te tenga que seguir torturando, tu me darás la información de quién te mando para robar nuestras armas y atacar a mis hombres.

Y así fue.

Ayer en la mañana le habían dado el aviso de que sus hombres habían sido atacados, siendo llevados a un callejón para así robar sus armas con el afán de acabar con cada uno de los hombres de Jeon Jungkook, claro que al enterarse, el pelinegro ardió en furia lo cual llevo a sus demás tripulantes e ir tras aquellos miserables.

El lugar se llenó de Balaceras por ambos carteles.

Hasta que uno de los contrincantes apuntó hacia uno de ellos, logrando que la bala se incrustarse en la pierna de aquel hombre.

Los rivales no tardaron en subirse a la camioneta por la falta de balas, para finalmente abandonar el lugar, dejando a uno de sus compañeros erido por la bala.

Chul tomó al hombre dándole un golpe en la cabeza con la misma arma, dejándolo inconsciente.

Ya cuando el tipo abrió los ojos, lo primero que visualizó fue que estaba en un cuarto oscuro, mientras sus manos eran sujetadas con cadenas al igual que sus pies.

Hasta pasar la noche estando aún erido de la pierna.

Era tan jodidamente iluso que aún seguía creyendo que su grupo Iran por su rescate.

Porque eso jamás pasará.

Eun y Chul continuaron golpeándolo sin detenerse con la intención de que confesara de una jodida vez.

Para ese entonces, estarían dispuestos a seguir con la tortura.

🪻🪻

- tenías razón, Jimin. Las galletas salieron deliciosas - habló Hoseok sintiendose satisfecho con aquel majar, preparado por Jimin, quien estaba ansioso ante aquellos álagos del azabache

- gracias... - dijo el

- creo que no alcanzará para los demás - supuso Jin, al ver la poca cantidad de galletas en el plato - solo quedan diez

- entonces, será para Jungkook - decidió Jimin mientras se levantaba de la silla y tomando el plato, camino hacia la cocina, metiéndolo al horno

Aquel comentario del pelirosa solo ocasionó desconcierto en ambos chicos, quedando perplejo ante aquel chico.

DEUDA [KOOKMIN] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora