DEUDA [KOOKMIN] +18

CAPÍTULO 29

Arrodillado sobre el bello jardín verde, Jimin se encontraba haciendo la típica rutina, tratando sobre aquellas rosas, donde se encargaba de sacar la mala hierba que siempre aparecía en medio de aquellas bellas rosas, así que con cuidado sacaba la raíz de las hierbas para luego echarlas dentro de una bolsa negra.

Sus manos completamente sucias de la arena pero eso era lo de menos, nada que el agua pueda remediarlo.

Una vez que terminó con su entretenido trabajo, Jimin se puso de pie para después regar las rosas para que se mantengan lindas como hasta ahora.

— las rosas se mantendrán bellas con tu cuidado — se expresó una segunda voz que iba caminando por detrás suyo

Jimin inmediatamente volteo hacia aquella voz, logrando ver a Jin-Woo, quien se acercaba a el con una sonrisa.

— oh Jin-Woo, estás aquí

— no pude evitar verte y ver el amor que tienes hacia las rosas que siempre estás pendiente de que se mantengan cuidadas — admiraba tanto su atención a ellas.

Jimin bajo la mirada algo tímido por el Alago.

— las rosas son hermosas, y quiero que se mantengan así — miró hacia ellas observando como estás habían crecido, dando vida al jardín.

— son hermosas...igual que tú — confesó con descaro

Entonces Jimin volteo hacia el, mostrando sorpresa.

— no creo que debas decir eso

Jin-Woo ladeó confudido.

— ¿Por que no?, solo estoy siendo sincero y directo. Eres muy hermoso, Jimin y no me da pena decirlo — sin tomar conciencia, llevo su mano hacia sus mejillas, rozando su piel con la yema de sus dedos — tienes una piel suave...— expresó, acariciando su mejilla.

Jin-Woo lo miraba con dulzura y anhelo, tocando esa piel tan suave, siendo la primera vez que un chico tenía la piel tan idratada y tan bien cuidada.

Podía seguir acariciando su mejilla si no fuera por que Jimin había desviado su rostro, impidiendo que siguiera tocandolo.

— lo-losiento — dijo apenado — no debí hacer eso

— será mejor que continúes con tu trabajo, Jin-Woo. — Jimin se gira en dirección hacia el jardín de rosas — Te meteras en problemas si Jungkook te ve aquí — su tono dejo de ser dulce, cambiando a un serio y firme.

El susodicho no evitó sentir molestia ante ello, convirtiendo su mano en puño mostrando enojo; enojo por hacer tal acción al tocarlo.

No quería irse.

Nunca había tenido esas ganas de estar con un chico hasta el punto de llegar a este nivel de obsecion. Quería seguir acariciando sus mejillas, volver a sentir su suave piel contra sus dedos, tocar ese cabello sedoso y oler ese rico perfume que traía.

Por una jodida vez quería rodear su mas fina cintura y acercarlo más a el y tener la dicha de visualizar esos labios rosados y carnosos, esos labios que tenía tantas ganas de besarlo.

Jimin....el era todo un encanto.

¿Por cuanto más podía esperar para tener esa oportunidad de tenerlo para el?.

— Jimin...— llamó — Yo...

— ¡Jin-Woo!

De repente fue interrumpido por una tercera voz, quien  apareció con el semblante molesto, yendo hacia el menor.

El nombrado en cuanto escucho su nombre, giro hacia aquella persona, encontrandose con la presencia de Jungkook, quien llevaba la expresión seria ante el.