DEUDA [KOOKMIN] +18

CAPITULO ESPECIAL

— ¡Mingyu, es hora de comer! — llamó Jimin usando un tono alto, mientras ponía los platos de comida sobre la mesa

A los pocos segundos, pequeños pasos se escucharon entrando al comedor, acompañado de risas mientras tomaba asiento sobre la silla.

— ¿Donde esta tu papá? — le preguntó mirando a su pequeño hijo

— oh...papi salió a la calle — respondió el pequeño llevando su dedo a la boca

Jimin ladeó notandose confundido.

— ¿Como que salió? — el pequeño Mingyu solo asintió de forma inocente. Jimin suspiro llevando ambas manos sobre su cintura — donde pudo haber ido..— se preguntó para si mismo

En ese momento, la puerta se oye abriéndose lentamente llamando la atención de Jimin quien llevó la vista hacia la persona que acabó de ingresar.

Y si, era Jungkook.

— hola mis amores — saludó el pelinegro ingresando al comedor con unas bolsas en manos

— Jungkook, ¿A donde fuiste? Y...¿Que es todo eso? — interrogó frunciendo el ceño

— bueno, fui a la tienda de juguetes — contestó — Mingyu quería tenerlas así que fui a comprarlos

— ¿Esos juguetes son para mi? — dijo el pequeño volteando a ver su padre, mostrándose ansioso

— todos son tuyos, mi vida — respondió

El niño no tardó en bajar de la silla con cuidado e ir en brazos de su padre, quien los cargó entre sus brazos después de soltar las bolsas sobre el suelo.

Mingyu lo abraza con dulzura a lo que Jungkook le deposita un beso sobre su frente, dedicándole un linda sonrisa al ver su rostro de emoción de su pequeño hijo.

— gracias papi — soltó el niño sonriente

— de nada, hijo. Ahora ve y llévalo a tu cuarto, jugaremos después de comer ¿Esta bien?

— si..— seguidamente Jungkook lo baja con cuidado, al acto, que Mingyu tomaba las bolsas con sus pequeñas manos, hasta subir las escaleras

Jungkook lo observaba con tanta ternura, viendo la felicidad de su pequeño, hasta que cruzó su mirada con su esposo, quien lo miró con una expresión de regaño mientras negaba levemente con la cabeza.

— ¿Que paso? — dijo el sin entender

— ¿Y todavía lo preguntas? — elevó una ceja

Jungkook quedó mudo sin saber que responder.

— eh....¿Es sobre los juguetes que le compré a nuestro hijo?

— entiendo que lo quieras engreir, pero todos los días le estás llenando de juguetes. Amor, se va a acostumbrar a los regalos y eso no es bueno, Jungkook — se cruzó de brazos — todo tiene su límite

— hay lo sé perfectamente, mi amor — este se acercó al rubio y envuelve su cintura con ambos brazos — pero el en verdad quería esos juguetes, además, quiero que sepa que a pesar de todo, siempre mi amor hacia el no va a cambiar, y más por el nuevo hermanito que vendrá en unos meses — Jimin no dijo nada, permaneciendo sus ojos en los contrarios — prometo que mañana no le llenaré de regalos, me controlare

— ¿Lo dices enserio?

— por supuesto — asintió — nuestro segundo hijo vendrá pronto y quiero que el amor sea igual para ambos

Jimin relajó su mirada comprendiendo por completo a Jungkook. Y claro que lo entendía, entendía que lo engreia para que Mingyu no se sienta menos querido ante la pronta llegada de su hermanito, no quería que se sintiera celoso ni mucho menos su cabecita piense que dejaran de quererlo por el hecho de que llegara un bebé al mundo.