CAPITULO 26

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Dos cuerpos, dos amantes, dos hombres se mantenían recostados sobre aquel colchón, donde eran tapados con una sábanas, cubriendo sus cuerpos desnudos.

La luz del sol no tardó en aparecer y hacerse presente, acompañado de aquellos pajaritos que empezaron a cantar cerca a la ventana donde rodeaban los pocos árboles y jardines de rosas, cuyos cantos y la luz de gran sol hizo el efecto de que ambos comenzaran a abrir los ojos con detenimiento.

Jungkook fue el primero en abrir mientras hallaba sus ojos con una de sus manos la cual las tenía libre, ya que con la otra, se mantenía rodeando el pequeño cuerpo de su novio, quien aún dormía cómodamente abrazando su pecho, mostrando esa ternura que lo representaba, el mafioso volteo a verlo comenzando a sonreír al verlo ahí, incapaz de despertarlo.

Pero en ese momento Jimin comenzó a moverse logrando así, abrir sus lindos ojos, mientras sentía unos labios húmedos besar su frente mientras le decía unas palabras dulces.

— buenos días mi amor — habló Jungkook, deleitándose con los dulces sonidos que Jimin hacia entre sueños.

A los pocos segundos Jimin abrió sus ojos de completo, viendo la luz del sol, comenzado a tallar sus ojos. Los cuales se dirigieron hacia su costado, logrando ver a Jungkook quien lo miraba con dulzura, mientras acariciaba su cabellera.

Jimin le sonrió de igual manera.

Cuando el mafioso vio su sonrisa, lo supo. Esa era la sonrisa que quería ver siempre al despertar durante el resto de su vida.

Es sonrisa que lo tenía ipnotizado, esa bella sonrisa que amaba ver cada día y en sus momentos más miserables.

— ¿amaneciste bien? — preguntó después.

Jimin asiente, sus dedos acariciando su pecho desnudo.

— ¿te gustó la sorpresa? — volvió a mirarlo y Jungkook toma su mano, depositandole un beso, sin apartar su mirada con la del pelirosa.

— me diste el mejor polvo de mi vida — declaró, pasando a darle un casto beso en sus labios.

Aún podía recordar cómo sus labios recorrían su piel desnuda, como sus manos navegaban por todo su cuerpo, aquellos gemidos que deleitaban sus oídos, aquellas marcas en su cuello aún seguían ahí, con un color rojizo, una marca hecha por el, la cual se sentía satisfecho.

Volvería a esa noche una vez más para así poder repetir ese momento.

Pero...¿Por que no volver hacerlo ahora?.

¿Porque no no volver a sentir su miembro dentro de su novio una vez más?

¿Por que no volver besarlo con deseo y marcar cada zona de su piel?.

Joder, anciaba hacerle el amor una vez más.

— ¿puedes darme una segunda ronda? — se atrevió a preguntar, mientras sus dedos acariciaban la delgada espalda de su novio

— ¿Una más? — como negarse ante aquella propuesta

— soy todo tuyo, o podemos quedarnos echados todo el día, así poder verte desnudo junto a mi. Pero follarte una vez más, es lo que quiero ahora

— ¿eso es lo quieres? — se acerca más a el con unos ojos juguetones.

— lo deseo...— susurra el mafioso muy cerca de los labios ajenos, la cuales no tardaron en sellarlos con un beso lleno de lujuria, sus manos se aferran a su cintura apegandolo más a el, haciendo que el beso se vuelva más intenso.

Su otra mano baja debajo de las sábanas hasta llegar hacia las piernas de su novio, mientras lo jalaba hacia su propia cintura, hasta que finalmente su mano recorrido llegando a su trasero lo cual no tardó en apretarlos y logrando darle una nalgada.

DEUDA [KOOKMIN] +18Where stories live. Discover now