DxD: Demonios y Artefactos

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Como se esperaba de su futuro esposo, su lugar era impresionante, al igual que los barracones y el hangar de aeronaves que vio.

Hippolyta caminó por los pasillos y contempló las vistas. A pesar de que pasó por el recorrido de Grayfia Lucifuge por este lugar. Todavía quería verlo todo por sí misma. Para conocer y adaptarse a cada rincón de este lugar.

Como futura esposa y señora de este lugar, debe saberlo todo.

Las cosas tecnológicas aquí la han ayudado mucho. Finalmente entendió cuán profundo es Quinella en este lugar. Cuando esa doncella rubia dijo todo... significaba literalmente Todo.

Esta mujer de cabello plateado puede hacer de todo en este lugar ya que es creación de su futuro esposo. El hombre simplemente decidió crearse la mujer perfecta.

Lo que demuestra la enorme capacidad que tiene como creador e inventor.

Sin embargo, Hipólita decidió demostrarle que no necesita crear una mujer para que sea su esposa.

Si bien será una tarea difícil, ella está más que emocionada de enfrentar este desafío. Esperó bastante tiempo para conocer al marido de sus sueños y no va a dejar pasar esta oportunidad.

Finalmente, su exploración la llevó a la sala principal. Ella inmediatamente se lamió los labios. Vio a Marcus, su futuro esposo, recostado perezosamente en el sofá con una mano detrás de la cabeza mientras la otra pasaba a través de esas ventanas holográficas.

Por lo que parece, uno puede utilizar estos hologramas en cualquiera de las instalaciones, lo cual es algo extremadamente conveniente.

Sin embargo, ella no está aquí para pensar en estos hologramas... ahora tiene que "sellar" el trato con su futuro marido.

Caminando, asegurándose de que no la vean, sus muchos años de experiencia como cazadora la hacen bastante silenciosa. Sin embargo, duda que pueda escabullirse del hombre que puede adaptarse a cualquier situación sobre la marcha.

Aún así, ella terminó al lado del sofá donde él estaba acostado. Subiéndose a los cuatro, se agachó encima de él como un felino.

“Tu sigilo es impresionante pero es bastante inútil en mi casa. Puedo sentir todos los movimientos aquí en todo momento”. Marcus le dijo mientras la mano que estaba detrás de su cabeza ahora estaba en su cintura.

"El nuevo uniforme que llevas luce increíble". Comentó sobre el sexy uniforme de sirvienta que lleva puesto actualmente. El de siempre; falda corta, medias altas, hombros descubiertos.

Bastante sexualizado, pero ese es el punto. Están vestidos así sólo para él.

“Es bueno escucharlo. No es que haya muchas opciones. Este es mi uniforme de trabajo actual. Podríamos tener más variaciones para estos uniformes de sirvienta en el futuro, ¿no? He oído que hay muchas culturas diferentes en todo el mundo que tienen su propia cultura de sirvienta”. Ella le preguntó mientras se sentía cómoda acostada encima de él.

Ya está intentando ser útil; Ofreciendo nuevas ideas, los uniformes de mucama son solo uno de ellos.

“Hmm… veo tu punto. Más diversidad siempre es mejor”. El adolescente asintió con la cabeza. Esa no es una mala idea.

Luego cerró las ventanas holográficas mientras su otra mano se posaba directamente en su firme trasero. Más precisamente, se coló debajo de su falda corta y le acarició el culo a través de las finas bragas que llevaba.

“Aparte de los uniformes de sirvienta, ¿hay alguna razón por la que estás aquí?” Le preguntó mientras disfrutaba de su increíble trasero.

"Hay. Estoy aquí para sellar el trato”. Dijo con una sonrisa lasciva.