Por la Familia [Bellamione]

Cuatro~

En realidad, había mazmorras en las mazmorras de Hogwarts, celdas utilizables que no habían sido transformadas en espacio de almacenamiento. Pociones era la única clase allí abajo. Bella se preguntó qué los poseía para mantener celdas de prisión. ¿Habían realizado detenciones aquí abajo? ¿Encerrar a pequeñas brujas y magos por mal comportamiento? Cualquiera que fuera su uso previsto, estaban mal mantenidos y carecían de casi todos los hechizos apropiados para contener a un mago adulto, lo que probablemente era la razón por la que varios Aurores estaban estacionados allí para vigilar a los Mortífagos en sus jaulas.

Dolohov y Rookwood estaban aquí, este último inconsciente. Había otros también, muchos de ellos heridos, algunos posiblemente muriendo, algunos puestos en jaulas combinadas por las que Bella pasó sin ceremonias junto a su propia sobrina, quien ahora mantenía un contacto visual estricto y total. Bella había comenzado su encierro en un concurso de miradas con ella, pero había perdido el interés quizás hacía una hora y comenzó a caminar, explorando el pequeño espacio, tocando los barrotes, sintiendo la debilidad de ellos.

Podría escapar de allí fácilmente y saber eso la hacía sentir un poco más en control. Podría fácilmente escapar con magia sin varita, apoderarse de la varita de su sobrina, matar a los otros Aurores, liberar a los prisioneros y regresar con su Señor Oscuro con al menos una apariencia de milicia. Los efectos del vino ya se habían desvanecido y Bella recordó con tristeza el Juramento Inquebrantable. Le impediría luchar contra su sobrina y probablemente también contra los Aurores. Si lanzaba por error incluso el hechizo menos dañino, o incluso intentaba golpearlo, moriría.

¿Cuántos mortífagos se habían retirado con él? ¿Cuántos permanecieron leales? Seguramente muchos. Sin embargo, no habría regresado a la Mansión Malfoy. Habrían ido a un escondite. ¡Qué escena debe haber sido esa batalla! Debe haber esperado que fuera la última. Debería haberlo sido, después de que Potter finalmente muriera.

Potter, muerto después de cazarlo durante tanto tiempo. ¿El Señor Oscuro mantendría el control del Ministerio? Si sentía tanto pánico por la pérdida de su serpiente mascota que convocó a un retiro...

Su primera prioridad sería volver a estar a salvo, lo que significaba que querría hacer más Horrocruxes. ¿Mediante qué ritual pudo lograr la hazaña? ¿Y cómo, en nombre de Merlín, pudo haberlo hecho accidentalmente? Parecía completamente impropio de él, pero es posible que explicara algunas cosas. Particularmente su extraña conexión con Potter que Bellatrix observó en el lago.

¿Podría hacer más Horrocruxes? Y, quizás lo más interesante... si pudiera, y lo hiciera, ¿seguiría desmoronándose su cordura? ¿Era obsesivo, incompetente y cada vez más abusivo solo por Potter, o también tenía algo que ver con los Horrocruxes?

Ese pensamiento llevó a uno del que Bella se alejó. El Señor Oscuro se estaba reagrupando, con los Dementores y cualquier otra criatura repugnante con la que había forjado alianzas, y pronto contraatacaría. Sin Potter, la Orden no tenía oportunidad de...

Bella siseó y saltó hacia atrás. El punzante maleficio no le dolió, pero la sorprendió.

"Demasiado cerca de la puerta, tía", espetó su sobrina.

"¿Qué está pasando en el Ministerio?" Bella no pudo evitar preguntar. Siempre le había faltado paciencia y tenía demasiadas preguntas. "¿Lo has retomado?"

"Eres una espía", le informó su sobrina. "No nos sacarás ninguna información. Me imagino que todo lo contrario".

Bella suspiró. Por supuesto, la sangre sucia mintió cuando ofreció clemencia. Bella debería haber clasificado esa promesa en la misma categoría que la tonta fantasía de la sangre sucia de un mundo sin Azkaban. Le darían Veritaserum y la interrogarían, posiblemente también usarían alguna forma de fuerza. No sabía qué se consideraría excesivo en su caso, lo que ciertamente justificaba el Beso. Quizás, al carecer de Dementores, la torturarían hasta la muerte.