Por la Familia [Bellamione]

Veintidós~

Bella caminó junto a la niña mientras rodeaban la cuadra de sus padres. Era domingo en Gran Bretaña y lunes en Melbourne; mediados de invierno en Gran Bretaña y mediados de verano en Melbourne, por lo que las 7 p.m. aún no era del todo oscuro.

La pobre niña ya había intentado acercarse a la puerta dos veces y luego desvió su camino cada vez. "Siempre puedes borrar sus recuerdos si no funciona la primera vez", le dijo Bella cuando comenzaron su tercer acercamiento.

La chica meneó la cabeza y frunció el ceño. "Ojalá hubieras usado algo un poco menos... un poco más anodino".

"No tengo ningún otro vestido", le informó Bella, y luego se preguntó si su hermana podría clasificar eso como una confesión que sería mejor retener.

"Sí, bueno, arreglemos eso el próximo fin de semana".

"No puedo simplemente ir de compras. Y cuando escribo para pedir algo, me ignoran o me informan que falta inventario. Es irritante".

Estaban dos puertas más abajo y Bella se dio cuenta de que la chica realmente no estaba escuchando.

"Estarás bien", le dijo Bella suavemente.

La niña dejó de caminar. "Simplemente no soporto la idea de que no me reconozcan. Incluso si una de tus ideas funciona. ¿Qué pasa si no aceptan que se les escriba en absoluto? Y no les pregunté la primera vez. Las violé. . Los convertí en personas diferentes".

"Tú los protegiste. De mí, de hecho. Encontrar a tus padres y matarlos fue una tarea mía, y tú los salvaste de eso".

Hermione miró a Bella con ojos sorprendidos, y Bella nuevamente recordó lo que su hermana había mencionado acerca de tal vez no compartir cada detalle individual con la chica. Se mordió la lengua con frustración.

Bella observó como la chica absorbía la información y luego cuadró los hombros. "Tienes razón. Hice... lo que hice, para salvar sus vidas. Y tú las habrías encontrado y lo habrías hecho, ¿no? Sólo te importan las vidas de las brujas y tus preciosos linajes" .

Bella no le respondió.

"Bueno, ahora no puedes lastimarlos", dijo finalmente, asintiendo para sí misma.

"No debería ser sólo el Voto lo que te hace confiar en mí", le dijo Bella con ironía.

Hermione simplemente torció el labio. "Supongo que todo el proceso de aprender a confiar llevará algún tiempo", dijo.

"Me lo imagino."

"Vamos", dijo la niña, respirando profundamente.

Llamó a la puerta de la casa muggle.

Un hombre abrió la puerta. Era pelirrojo y sus facciones eran anodinas, un poco arrugadas. La niña debió haber heredado su apariencia de su madre.

"Señor Wendell", dijo Hermione, aclarándose la garganta. Ah, incluso había cambiado sus nombres. "¿Está la señora Wendell? Tengo un asunto importante que discutir con ustedes dos".

"Sí, lo es", dijo el hombre, y llamó: "¿Jean? Hay una chica aquí en la puerta". Algún zumbido en la habitación de atrás fue silenciado.

"Mi nombre es Hermione Granger", dijo la niña, con la voz temblorosa. Ella había hecho un buen trabajo con el encanto: él ni siquiera se inmutó ante el sonido de su apellido real. "Esta es Bellatrix Black."

Bella inclinó la cabeza hacia el hombre. No se había dado cuenta del todo hasta ese momento, ya que había estado demasiado concentrada en los sentimientos de la niña, pero estaba conociendo a los padres de su prometida por primera vez. Necesitaría impresionarlos. Esta era una parte del cortejo que Bella no conocía. Conocía a los padres de Lestrange desde que era niña.