Por la Familia [Bellamione]

Veinticuatro~

Hermione pasó ligeramente sus dedos por el rostro de Bella. "El Dittany no habría recibido nada más que tu labio", le dijo a Bella. Era cierto que el rostro de Bella se sentía un poco sensible, e incluso su labio aún estaba sanando. "¿Puedo besarte en otro lugar?"

Bella vaciló. Les había ido bien durante las últimas seis semanas, sobre todo porque la chica mantuvo las manos quietas. El peligro aquí era que Hermione la girara demasiado fuerte para resistir mayores avances, pero Bella también se sentía segura sabiendo que podía pedir que se detuviera en cualquier momento. Besarse era lo más seguro, pero... bueno, después de todo, Hermione había hecho algo por Bella que podría haber sido imposible para cualquier otra persona. Y ella pidió, muy claramente, algo a cambio.

"¿Dónde te imaginas?"

Hermione tocó la clavícula de Bella con la punta de un dedo y Bella asintió. Hermione se puso de puntillas y abrió la boca, poniendo sus manos contra la puerta a cada lado de la cintura de Bella.

Ni siquiera fue un toque erótico, en realidad no, pero la forma en que Hermione la besó allí lo hizo. Bella sintió que su corazón comenzaba a latir más lentamente. El lenguaje lánguido que había aprendido mientras hacían el amor hasta el momento era como un hechizo, incitando a la acción, el contacto de los cuerpos, la fricción y el calor.

Hermione trazó la clavícula de Bella hasta su yugular, brindando a cada centímetro de carne el mismo trato a medida que ascendía lentamente. De hecho gimió cuando alcanzó el cuello de Bella.

"¿Cómo hueles tan bien?" susurró, y Bella se estremeció en respuesta. El aliento de la niña contra su cuello mojado, el susurro tan cerca de su oído...

"No usé ningún perfume", dijo Bella.

La voz de la chica era casi gutural en su voz baja. "Eso es lo que me gusta."

"A mí también me gusta tu olor", le dijo Bella sin aliento.

"Besa mi cuello", preguntó Hermione, y Bella se inclinó sin una pizca de vacilación. Apartó el cabello de la niña de su cuello y besó el lugar justo debajo de su mandíbula, comprendiendo al instante por qué Hermione había abierto la boca. La extensión de piel accesible a Bella era mayor que nunca, y Bella quería chupar y lamer cada centímetro de ella. Ella no se detuvo, a pesar de que le picaba un poco el labio. El dolor se sintió como un placer para Bella mientras trazaba la distancia desde el cuello de la niña hasta el lugar donde su clavícula derecha se encontraba con la izquierda, y luego sintió suavidad debajo de su barbilla y fue más lejos, explorando lo que seguramente era la parte superior de un seno.

Bella nunca había experimentado tanta suavidad, y buscó más abajo, hasta que fue detenida por la fina tela del vestido. Se recordó a sí misma por un breve momento y descubrió que sus manos estaban extendidas a ambos lados de la caja torácica de la niña, con los pulgares apuntando hacia arriba. La niña había puesto sus brazos alrededor de los hombros de Bella. Cuando Hermione sintió que el impulso se detenía, presionó hacia adelante, atrayendo a Bella hacia su suavidad.

Bella abrió la boca y mordió la tela que separaba sus cuerpos, y el cuerpo de la sangre sucia realmente convulsionó. Bella sintió algo duro entre sus dientes y lo lamió con su lengua plana, incapaz de comprender el instinto que la devoraba.

"Llévame a la cama", rogó Hermione. Su espalda estaba arqueada y la mano de Bella rodeó su cintura, estabilizando sus cuerpos juntos, asegurando más acceso a su pecho. La cabeza de Bella estaba zumbando. El único pensamiento en su mente era seguir prodigando atención al pezón de la niña, y lo hizo con absoluta intención. Apenas escuchó lo que Hermione preguntó y no lo comprendió.

Ella accidentalmente se había alejado de la puerta. Estaban de pie en el medio de la habitación, y había un poder satisfactorio conferido por ser la única fuerza que mantenía a la chica en pie. Su otra mano se desvió de las costillas de la niña a lo largo de su cuerpo, encontrando otro lugar suave para sostener, acariciar.