CAPITULO 21

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ALGUIEN OBSERVA

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Denisse

Permito que Mason repase sus manitas en mi abdomen para esparcir la crema, me estoy cuidando la piel, porque Gilda mencionó que al ver el cambio en mi abdomen, mi piel va a obtener cambios y aunque las estrías no me causan problemas, debido a mi condición puedo sufrir un poco más que otras mamis que no tuvieron en primer lugar una afección como la mía.

—¿Habló contigo tu papá?

—Sip, pero no le he contestado, estoy muy enojado.

—Sabes que siempre serás nuestro hijo, no importa lo que pase.

—Lo sé, siento que lo va a arreglar de verdad mami, él no te va a dejar ir así de fácil y lo sé, solo que me molestó mucho lo que hizo.

—Lo sé, bebé.

Pone un pequeño besito en mi ombligo que recién siento que se está botando, va al baño para enjuagarse las manos y luego vuelve para costarse a mí lado. Hemos tenido un día divertido en la playa luego de pasármela llorando por él y por la pérdida de Deandre.

En la playa obtuve la tranquilidad que papá prometió, aunque había un bastardo insistente al que le estaba por meter una bala, me dejó la ubicación y todo bastante confiado de que podía caer en sus manos.

Es un idiota.

Niños como él son simples idiotas.

—Mami, As prometió traer popes de colores y hasta el momento no ha regresado.

—No tardará, tuvo que ir a la central a quedarse un rato para tratar unos cuantos asuntos pendientes que tenía.

—La niña Romi me habla en mi móvil por medio del número telefónico de su abuela —comenta emocionado, incluso lo noto sonrojado—. Me dijo que va a venir a Bretaña porque su mamá va a tomar vacaciones y le llama la atención este lugar.

—Mm, ¿por qué será que presiento que tú le diste la opción a Romi de venir aquí?

—Oh... No fui yo, bueno sí.

—Bebé, todo lo que quieres lo consigues.

—Exacto y le dije que Royal es el mejor lugar para visitar en las vacaciones, aunque Aspen me encanta, nunca hemos ido nosotros dos o nosotros tres. —El suspiro que se derrama de sus labios me lastima, porque sé que le afecta la situación—. ¿Cuándo vamos a ir a Aspen?

—Cuando todo se relaje un poco, ¿entendido? —Asiente, mi dedo lo deslizo contra su mejilla—. Sígueme hablando de Romi.

—Bueno, le dije que mi nona tiene propiedades que renta para los turistas y la nona me dio los datos para que se los diera y lo hice, Romi me confirmó que va a venir en dos días, ¿nos podemos quedar? ¿O me puedo quedar con el abuelo?

Lo pienso un poco, sabe que me encantaría quedarme, son dos días, pero las cosas no las puedo hacer porque sí sin antes analizar como va el conflicto en general.

—No lo sé, no te puedo prometer que me quede porque tú sabes que las cosas se están poniendo un poco intensas, y tampoco creo que el abuelo se pueda quedar por mucho tiempo, tenemos trabajo encima.

—Solo es en dos días, mami.

—Yo lo sé bebé, lo voy a ver antes, ¿de acuerdo?

—Está bien, descansa.

Besa mi mejilla y me abraza, no tarda mucho en dormir, encima hoy jugó mucho junto con los perros que están arriba de la cama, el tigre y el cheetah están en el suelo porque no caben en la cama y yo si dividí mi espacio.

Un paraíso en ruinas #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora