Un paraíso en ruinas #2

CAPITULO 28

MUERTE

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Denisse

Tengo a tres hombres cubriéndome demasiado cerca, Aslan, Byron y Fausto quienes se dedican a disparar unas cuantas balas al cuerpo de Jiang, mi esposo es el que lo tiene agarrado del cuello, el mismo que le cortó la mano.

Mi cuerpo se mueve a velocidades increíbles para sostener en mis manos a Nahid que tiene las manos empapadas de sangre debido a que las tenía en su abdomen.

Con ayuda de Aslan hago que se recueste contra el suelo, se dobla en sus rodillas, aparto estas mismas y sus manos para ver la herida de bala que llegó en el centro de su vientre bajo. Kareem se acerca empujando a los demás mientras que Kylian se muele a puñetazos con Jiang que sufre por la perdida de su mano.

—Habibati.

Nahid pone la mano sangrienta contra la mejilla de su esposo, mismo al que le abro paso para que se acerque a su mujer. Coloco la cabeza de ella contra sus piernas mientras que con mis manos hago presión contra su abdomen.

—Aslan, busca en la maleta, hay un monitor de latido.

—Enseguida, reina mía.

Sigo haciendo presión, sintiendo que mi corazón late a mil por hora. Estas partes sangrientas y dolorosas las he visto en mis pesadillas, he visto cuando la sangre se derrama de mi cuerpo, cuando el dolor me contrae, aunque en mis pesadillas Kylian nunca está cerca.

Aquí al diferencia es que es algo que Nahid está viviendo, retiro la tela de su falda a la que le aplicó ciertos dobleces, la bala sigue incrustada porque tiene entrada mas no salida.

—Vas a estar bien, habibati.

—¿Y si la perdemos?

Es una niña.

Los ojos se me humedecen en cantidad, Aslan pone el monitor en mis manos y cuando lo presiono tengo dos jodidos problemas. Cuando presiono contra el abdomen de Nahid, la sangre se derrama en más cantidad y cuando lo muevo tratando de buscar el latido, ya no hay nada.

—¡Byron, mantenlo vivo!

—Entendido, hermano.

Byron y Kylian cambian los lugares, se arrodilla a mi lado para quitarme el monitor de las manos. No dejo de temblar. Me voy contra el suelo, colocando las manos en mi abdomen como si eso fuera un escudo para esta bebé.

—Su pulso está bajando —comenta severo—. ¿Es una niña?

—Sí, lo es, dime que está viva, Kylian.

Kareem le exige de cierta manera que me parte, es como si le suplicara que incluso hiciera lo imposible para salvar a ambas.

—Tenemos que moverla al hospital. —Apaga el monitor, desde mi posición vi y no había nada—. La bebé ya no está.

—¡Habibi!

—¡No, me estarás jodiendo, Kylian!

Kareem lo toma del uniforme para pegarlo a su cara y rugir contra él, sin embargo, el Zar no se deja bajonear y mucho menos tratar de esta manera cuando lo empuja.

—Si quieres perder lo único que te queda estás haciendo muy bien en perder el tiempo, puedes perder a Nahid mientras haces tus pataletas.

—Yo la moveré —interviene Aslan—. Lo mejor es que logremos salvarla, tienen dos hijos más, no sería nada bueno que la perdamos menos para esos críos.