Un paraíso en ruinas #2

CAPITULO 24

HOY GANAS, PERO UN DÍA...

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Antonella

Minutos antes.

El ataque es duro, no llega a su punto álgido porque estamos viendo la manera de mantenerlos en su zona. Los rusos se encuentran en nuestro territorio, por ende, quiere decir que puedo reconocer un par de caras.

Acomodo mi moño para que ningún cabello se escape, tomo un respiro y ordeno que se muevan sobre aire porque la verdad es que tengo mejor gente en esa zona, yo si no es en tierra me muevo sobre mar de manera experta.

Henry está con su grupo, al lado de Kristin que se ha convertido en una gran amiga que nos apoya demasiado en la central. Creo a mi parecer que tuvo un interés por Henry, sin embargo, este mismo me queda bastante claro que siempre estará enamorado de Michelle y hace unas semanas decidieron quedar solo como amigos.

La mujer es madura, recta, centrada y no es de aquellas que van buscando hacer daño por la simple negativa o por la envidia. Es por eso mismo que la consideramos parte de nuestro equipo de trabajo en el que podríamos confiar en sus manos si es que nos teníamos que mover como lo hemos hecho hasta el momento.

Sigo la estrategia de los rusos, es bastante dura y acepto que a nuestros soldados les está costando atacar. Estoy hablando de un enfrentamiento no solo con el nuevo puto Pakhan, sino que también al que antes había sido general de la tropa de Francia.

Sabe como nos movemos, trabajó conmigo y con su mejor amigo Henry al que traicionó también por tanto tiempo que puede detectar nuestros movimientos. No obstante, ahora todos nosotros somos más despiadados y tenemos a los soldados de la mafia turca atacando a su manera.

Ellos no se rigen por órdenes como las nuestras, ellos ante todo saben que su primer tarea es matar todo lo que los pueda poner en peligro y es por ellos que casi obtenemos varias bajas instantáneas. Sin embargo, se tienen que retirar o mover cuando ven que nos atacan con los helicópteros rusos y que también llaman a nuestra puerta para entrar.

Puedo jurar que a los alrededores de la central hay al menos más de cincuenta cadáveres y autos volcados. Mismos que fueron los primeros en querer adentrarse y nuestro sistema de seguridad los mandó a volar.

El estallido detrás de mí me avienta contra el suelo, es un helicóptero que mandaron al suelo y alza el pavimento de nuestra central. Corta por completo con nuestro sistema del que estaba pensando en mi cabeza, tomo mi radio y me comunico con Henry.

—¡¡Henry, dieron de baja el sistema!!

—¡¡Soldados, ataque manual!!

Las filas de soldados se preparan con todo lo que teníamos preparado, yo hago lo mismo mientras que Byron me sigue los pasos porque sabe que estamos juntos para ocuparnos de la parte trasera mientras que Henry y Kristin se ocupan de la delantera.

Muy pocas luces del interior del comando se mantienen encendidas, las camionetas comienzan a pasar por el gran hueco que la aeronave hizo cuando se estrelló.

—¡¡Soldados, ataquen!!

Los disparos es parte de la melodía que siempre me ha gustado, no sé si tenga un tipo de problema o sea la propia adrenalina que me lleva a estar en un delicado y placentero estado de emoción por matar a los rusos. Los hago caer, voy por granadas, las dejo caer directo en hilera que hace que vuelen las camionetas por los aires y terminen en el suelo.

Tenemos soldados en lo alto de las torres para que ataquen, no se detienen, nuestros soldados usan su mejor arma para matar hasta que los rusos se salen de sus vehículos para atacar.