Cartas con olor amor ♡︎𝑽𝒐𝒍𝒌𝒂𝒄𝒊𝒐 ♡︎

❥︎ 𝐂𝐚𝐩. 13 𝐴𝑛𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑎𝑟𝑖𝑜 𝑑𝑖𝑓𝑒𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒

17 de julio, una fecha especial para ambos la solían festejar saliendo a comer a restaurantes, a las atracciones de la ciudad, hoy se habían quedado en casa para conmemorar la fecha en donde se habían reencontrado... ese día especial que se vieron después de tantos años, donde Horacio tenía muy en cuenta que aún lo seguía amando como cuando era un simple cadete, mientras Volkov después de eso aprendería de sus sentimientos; una total paranoia después de un simple día.

Hoy iban a ser solo ellos en la comidas de su casa, Viktor cocinaría mientras su novio le contaría todo lo que se le vienese a la mente en ese momento, un dúo perfecto.

— Oyeme, que el otro día atrapé a un malandro y que usa su llamada para su novia —un "aja" sonó como referencia que lo estaba escuchando— la novia primero preocupada le contesta que ¿amor dónde estás? Voy por ti, tal, pero —hizo énfasis en esta última palabra dándole drama— se escuchó la voz de otro chico por el celular, dirás ay un amigo que está con ella, no, no, no, le dijo cariño, ¡Le dijo cariño!

— Hostia, tremenda atrapada —rió ante el emocionado de su novio.

— ¡Sii! Y lo peor es que se le puso a reclamar en media llamada de que fue eso, pero su tiempo se acabó y pues ni modo —alzó los brazos restándole importancia— se lo quité, le di ánimos, y pues pal' bote que fue. —

— Prueba esto —llevó una cucharada con lo que parecía una salsa de champiñones con cuidado su boca, dándole de probar— ¿esta bueno? —

— Sip, aún que ponle un poco de sal, no mucha pero si un poco —caminó a él para observar que más maravillas había en la cocina— ¿y a que sabe esto? —

Se robó un rollo de pollo del sartén metiéndoselo entero a la boca rápidamente antes que fuera impedido por el ruso, el cual se quedó con la palabra en la boca viendo que ya era muy tarde.

— Deshiosso —dijó con la boca llena, sonriente— mis felicitaciones al chef —

— Te va a tocar un trozo menos —negó con la cabeza, solo para ser abrazado desde atrás sus manos envolvían su cintura y la cabeza de su novio estaba recostada en su hombro por consecuencia sintiendo la respiración de él— ¿Qué... Qué haces? —

— Viktor, fue irresistible no robarme nada —se excuso con un tono melodramatico— anda que ahí hay muchos, y también te demoras muchoo yo ya tengo hambre. —

— Si, si, lo digas —no podía concentrarse correctamente ya que cada que hablaba un aire caliente recorría por su cuello, aún que tampoco quería quitárselo de encima.

Se quedaron así un rato, mientras los nerviosismos del ruso subían cada vez más parecía que H ni se inmutaba, se sobresalto al sentir como los húmedos labios del menor pasaban por su pálida piel.

— ¿Ho-Horacio? — cuestiono nervioso haciendo que regrese a ver como podía al responsable.

Los dos alcanzaron a chocar su mirada, notando el sonrojó de sus mejillas y cual imanes sus labios chocaron, un beso que se sentía extraño no era como el resto que se habían dado era más... pasional.

Horacio fue el primero en separarse, un aura algo pesada había inundado la habitación, el nombrado soltó al ruso solo para cambiar de posición poniéndose frente a frente, guío las manos pálidas hacia su cintura haciendo que lo sostenga. Ninguno decía nada, sus miradas filosas chocaban sin querer separarse.

— Viktor, besame —por inercia obedeció, sus labios se encontraron una vez, no llevaban mucho de relación así que su acto más íntimo que habían llegado hasta el momento había sido un rápido beso francés, que por cierto fue detenido por el Volkov al sentirse demasiado agobiado por sus emociones en ese instante cosa que obviamente su novio entendió y tranquilizo.