❥︎ 𝐂𝐚𝐩. 31 𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑔𝑟𝑒𝑠𝑜

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5 años después...

Había pasado demasiado tiempo, sólo en una casa rodante, pero no estuvo del todo sólo... Andrés venía a verlo muy seguido, después de todo era su hijo y necesitaba ayuda en esos momentos de su vida. Desde que se enteró que el proyecto XY se había apoderado de él, fue corriendo a su ayuda, no quería que sufriera lo que tuvo que pasar él mismo así que se quedó a su lado.

Planeó junto él, la forma de liberarse de ese trance en el que entraba, dónde ni él mismo se reconocía y por mucho que lo intentará no funcionaba. Así paso días en remolque encerrado por su bien, sin hacer daño a nadie, espero con paciencia para hallar una solución. En medio de esa tormenta cruel y destructiva para él, sus pensamientos nunca fueron otra cosa más que Volkov.

Lo había dejado sin más... Justo como Dexter había hecho con él. No se sentía orgulloso, por supuesto, pero al menos lo pudo salvar de posibles caos referente a su situación. La mayor parte del tiempo estaba sedado, esos últimos meses había estado activado por tanto tiempo, que no le permitía comer o hacer sus actividades diarias.

Era una mierda vivir así. Dependía de su padre y solo de él, se aseguraba que las ventanas y puertas estuvieran cerradas, aún así era un peligro cuando entraba a su casa.

Casa...

Así mismo vivo su hermano en sus últimos momentos, cuando uno esta solo y en silencio piensa demasiado, deprimiendo ese estado en el que le decía su cabeza que iba a ser la misma historia con él. Las voces de su cabeza lo mantenían ocupado al menos 5 veces por semana. Ellas decían de todo, desde gritos de auxilio, hasta que hiciera cosas que no quería cuando su padre se daba la vuelta.

Fueron días duros... Meses... Años... Pero en cierto punto logro combatir con ello, todo ese tiempo estuvieron estudiando como es que funcionaba, a base de malos golpes hacia su padre que se llevaba al quedarse en su casa. A veces perdía totalmente la cabeza, sin recordar lo que pasó en 4 días seguidos, era como despertar de un coma y como consecuencia veía heridos a su lado.

Su casa estaba conformada por un sofá de color verde en medio de la habitación, con un televisor, una regadera muy pequeña al igual que el bater, una cocina donde solo había un lavabo conjunto a un sartén eléctrico. La cama era su sofá, mientras que una pequeña mesa adornaban el centro, las ventanas estaban blindadas por si se le ocurría escapar por ahí.

Andrés no pudo dejarlo ir. No en ese estado. Estando solo y con el innombrable metido en su cuerpo. Horacio quiso dejar a Volkov para evitar todo esto con él.

Que desastre...

Había días que eran imposibles de controlar. Las pastillas ya no funcionaban y las voces se incrementan. Podía salir del remolque cuando estaba Andrés a su lado, esposado y vigilado, hacían una tarde de carne asada enfrente a casa.

La luz en sus ojos se había perdido, sus ojeras eran enormes mientras que la pesadez en sus párpados caía del sueño mal organizado que tenía. Sus pupilas casi siempre estaban dilatadas y con el paso del tiempo, ese café se volvió más claro, como un miel que se volvía con el sol más amarillo producto de los medicamentos y del proyecto que casi lo dejaban ciego de un ojo.

Aún no estaba listo, para dejar ese pequeño espacio en el que terminó. Sentado frente al fuego de un bote de fierro, estaba con una pierna atada a su silla de plástico bajo el manto de la noche sobre su cabeza, admirando los colores que salían de aquel bote; sintió un cosquilleo intenso en su nuca que se sentía frío hasta terminar en un hormigueo.

- Papá.... -

Lo llamó advirtiendo de lo que se venía. Andrés tomo las esposas, colocandoselas en las manos, ayudandoló a entrar en el remolque. Lo recostó en la cama con un temblor en su cuerpo, atandaló para evitar que se hiciera daño a él o su padre.

Cartas con olor amor ♡︎𝑽𝒐𝒍𝒌𝒂𝒄𝒊𝒐 ♡︎Where stories live. Discover now