DxD: El Viaje del Jugador hacia la Necromancia (Hiatus)

Capítulo 102: Jardín Varado de la Muerte

Kokabiel fulminó con la mirada a la criatura frente a él que se elevaba incluso sobre él, haciendo que la criatura levantara la mirada, la pesada mirada del inframundo cayendo sobre sus propios ojos.

"Bueno. ¿No es bastante grosero fingir ignorancia? Kokabiel. Especialmente en la cara del hombre que acabas de matar." Sonó una voz de barítono profunda y pesada. Enviando escalofríos por la columna vertebral de todos los presentes.

"¿A-Akira?" La voz de Rias sonó con inquietud, aferrándose a una pequeña y frágil esperanza de que Akira estuviera vivo a pesar del ser que salió de su caparazón. Y su esperanza fue respondida con.

"!"

La figura que les infundió miedo a la muerte con solo existir se giró sutilmente hacia ella y le guiñó un ojo antes de levantarle el pulgar, matando toda la intimidación en sus ojos antes de enfrentar a Kokabiel una vez más.

"¡Ja! ¿Qué es esto? ¿Tu nuevo truco?" En respuesta a la burla de Kokabiel, la figura simplemente lo miró y sacudió la cabeza.

"Bueno, si tomas algo de este nivel como un simple truco entonces supongo que debería considerar tu existencia como una mera broma. Pero por favor dame un momento antes de permitirte continuar con declaraciones ignorantes. La chusma que has traído parece disfrutar bastante". acosar a mis amigos Bueno, parece que esto funcionará". La voz de la figura nunca tembló, solo se dirigió con calma y cortesía a Kokabiel, quien lo miró con abierta malicia.

El ser levantó su mano derecha, antes de simplemente chasquear los dedos.

'Hmm, usarlo en toda su extensión puede ser una mala idea. Después de todo, quiero deshacerme de los secuaces de Kokabiel. No es una cuarta parte sólida de Japón. Limitar el alcance a 250 metros debería funcionar.'

*¡Snap!*

"Extinción."

Una fuerza apenas visible se extendió desde donde sus dedos chasquearon, una ola de luz amarilla pálida y enfermiza.

Pero de repente.

Un Cerberus se desplomó, convirtiéndose en polvo en unos momentos, y todas las convocatorias que Kokabiel trajo siguieron su ejemplo, no quedó nada de ellos más que polvo literal. A todos los árboles, a toda la hierba, a todos los pájaros, a cada célula viva se les había quitado toda la vitalidad, reduciéndolos a todos a nada más que polvo.

Incluso Kokabiel tropezó un poco y apretó su corazón.

"¿¡Qué diablos hiciste!?"

Sin embargo, nadie más había resultado herido, lo que los hizo mirar con incredulidad. La figura de la muerte tomó forma sacudiendo la cabeza con un tsk tsk.

"Qué mala pregunta, Kokabiel. Lo que deberías preguntarme no es lo que hice. Es lo que estoy a punto de hacerte". El ser se volvió brevemente hacia los demás, a diferencia de lo que todos esperaban, tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro, una imagen completamente impropia.

"<< Leave >> Me temo que no puedes quedarte aquí, mientras que a mí me gustaría mucho humillar a Kokabiel delante de todos ustedes. Mi dominio puede resultar intolerable". Como si una orden del mismo Dios los hubiera obligado, todos se vieron obligados a irse con todo lo que tenían. Desconcertados e incluso un poco asustados, se fueron con todo lo que pudieron, Kokabiel no hizo ningún movimiento para perseguirlos.

"Ahora bien, ¿todavía me permitirás usar mi movimiento más fuerte o intentarás, enfatizo intentar, impedir que expanda mi dominio? Lamentablemente para ti, ninguna de las opciones hará que tu desaparición sea más placentera". Kokabiel sonrió locamente, acercándose directamente a la cara del desastre y mirándolo fijamente.