CAPÍTULO X

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MASRY

Hacía poco había descubierto algo.

Una de las frases más tristes de la historia la dijo una de las personas que más nos hizo reír :

"Me gusta caminar bajo la lluvia porque nadie puede ver mis lágrimas"

Y cada vez que pensaba en esa frase, pensaba en Lucie.

En lo bien que ocultó todo lo que escribió en su diario.

En lo bien que consiguió demostrarme que no estaba rota cuando de ella ya no quedaba más que rastros de sangre por culpa de las heridas que le causaban sus trozos destruidos.

Siempre pensé que lo que todo el mundo debía temer de Lucie era su sinceridad, esa forma de echarse hacia adelante hacia cualquier problema o barrera que se interpusiera a ella.

Pero en aquel momento, me di cuenta que lo que todo el mundo debía temer de Lucie, era todo aquello que se guardaba para sacar a la luz cuando llegase a casa.

Nos engañó a todos con esas sonrisas preciosas.

Nos engañó a todos maquillando las tiritas que ocupaban todo su cuerpo.

Nos cerró las puertas y las cortinas de su casa y no permitió que nadie viese una mínima grieta de su impoluta superficie.

Me mintió a mi.

Y lo peor es que no podía sentirme mal o culparla por nada.

Ella temía lo que pudiesen pensar.

Ella temía lo que pudiese pensar  yo.

Ella ya no estaba.

¿Qué pasó Lucie?

¿Cómo terminaste cerrandote en banda a mi mundo abierto a ti?

✅Aquella versión que nunca te contaron  Where stories live. Discover now