Día 18

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Los gemelos Turner pasaron por Lily y por mí en la mañana. Adam condujo tranquilamente hacia Mildford High, me dio la impresión de que lo hizo más lento de lo usual. No pude evitar sentirme un poco nerviosa, a estas alturas toda la escuela ya debía estar enterada de lo ocurrido el último viernes en la fiesta de Lana Marock, y lo cierto es que no tengo ganas de enfrentarme a ello.

Adam aparcó el auto en el estacionamiento. Aaron y Lily bajaron rápidamente. Suspiré colocando la mano en la manilla de la puerta. Me sobresalté en el momento que Turner colocó su mano en mi hombro. Me obligué a mirarle a la cara, sus ojos brillaron en señal de apoyo, seguido de una leve sonrisa de boca cerrada.

— Puedes hacerlo.

Asentí levemente. Tomando aire antes de bajar del auto, mis manos sudaban tanto que era incómodo, intenté limpiarlo en los pantalones oscuros. Caminé en dirección a la torre 4 con Adam junto a mí. Resulta que, llegamos en la hora dónde más estudiantes cruzaban el pasillo, la marea de uniformes danzando de un lado a otro me dio escalofríos. Adam intentó tomar mi mano pero la apartó como si quemara.

— ¡Está empapada! — exclamó arrugando la nariz. Entrecerré los ojos.

— Dime algo que no sepa.

—Puaj ¿Cómo haces para sudar tanto?

— Es gracioso que lo digas tú.

Fue su turno de entrecerrar los ojos. Subimos las escaleras, y como si de alguna forma alguien hubiera anunciado mi llegada, todo Mildford High plantó sus ojos en mí, y la gente se quedó en silencio. Maldije en un susurro.

— ¡Eh! ¡Meg! —saludó una voz que me costó reconocer. Cuando vi el cabello oscuro de Lana Marock agitándose en mi dirección supe que era ella. Lana tiene ascendencia japonesa por lo que sé, sus ojos tienen rasgos asiáticos, de color café claro, y su piel es brillante. Me pregunté qué rutina usaría para el cuidado de la piel, porque es casi perfecta. Desde luego que necesito una.

—Hola, Lana. — correspondí el saludo, intentando no sonar tensa. Lana, desde luego que lo sabe todo. Es gossip girl.

—Quiero hablar contigo. — me dedicó una sonrisa de boca cerrada. — A solas si no te importa. — se refirió a Turner. Adam chasqueó la lengua, divertido mientras se distanciaba lo suficiente. — Sé lo que pasó en mi fiesta el viernes. — me miró con seriedad. Asentí. — Y quiero que sepas, en nombre de todos, que te apoyamos.

Parpadeé varias veces, confundida. No dije nada, por lo que Lana continuó.

— Brian ha sido expulsado. El comité de defensa estudiantil ha insistido y todos han firmado para que sea más rápido el proceso. — contó. Asentí nuevamente. —La directora Piper no ha dudado en aceptar. Sabes que aquí son muy delicados esos temas, y no te preocupes, la cosa no llegará a medios locales, se lo toman con discreción, después de lo que le pasó a Francesca y ¿Olive?

—Olivia. — corregí automáticamente. El nudo amenazó con formarse en mi garganta. Aparté el recuerdo al instante. Tomé aire. —Eh...gracias, Lana. Solo me gustaría pedirte una cosa.

—Claro.

— No subas nada de esto en tu blog.— noté como la chica se echó hacia atrás. Probablemente, acabo de pedirle la mayor atrocidad en el mundo de los blogs escolares. Lana hizo una mueca.

—Pero es que ya lo he publicado. — se disculpó con la mirada.— Ésta mañana ¡Pero tranquila, tu nombre no aparece!

Esto debe ser una jodida broma. Ladeé la cabeza, irritada. ¿Es que esta chica no se aguanta una noticia? ¿Al menos una?

50 DíasWhere stories live. Discover now