Epílogo

11.9K 1K 573
                                    

18 de Mayo del 2022.

La falda de mi vestido amarillo revolotea con cada paso que doy. Camino por las preciosas calles que ahora conozco como las teclas del piano. Al principio, solía perderme muchísimo por aquí. A veces por culpa de mi terrible memoria con las direcciones, en otras ocasiones me quedaba absorta en todo lo que me rodeaba: las plazas, edificios, los parques, y de alguna forma terminaba tomando el camino contrario. Admito que una vez tomé el metro equivocado, y terminé al otro lado de la ciudad.

Pero, como dicen por ahí, todo es cuestión de práctica, y finalmente pude adaptarme. Ahora puedo ubicarme la mayoría de los lugares que antes solo era un sueño visitar.

Pasaron muchas cosas los últimos años: el curso de verano fue un éxito. Aprendí tantas cosas como para si quiera contar; hice grandes amigos, conocí los sitios más populares de Viena, y mis días estuvieron llenos de conciertos, masterclasses, nuevas aventuras, y mucha música. Claro que, también tuve alguna que otra travesía incómoda, momentos en los que extrañaba tanto Nueva York que solo deseaba regresar, pero no cambiaría nada.

Lo cierto es que, todo salió mejor de lo esperado, tanto que, me ofrecieron una beca para cursar la universidad en Viena.

No mentiré, aquella decisión fue una de las más difíciles a las que he tenido que enfrentarme. No podía dejar de pensar en mi familia, mis amigos, y Adam. El hecho de que estuviéramos todos separados en estados distintos ya era un problema ¿Ahora yo me quedaría en otro continente? ¡Era una locura! A penas les vería unas tres veces al año, como mucho. Se trataba de una gran encrucijada, porque amé Austria desde el momento en que llegué, una parte de mi anhelaba poder quedarse.

Y lo hice.

Fue una bomba, por su puesto. Pero, al final mi familia me apoyó, mis amigos me apoyaron, pero Turner no pudo hacerlo, quedó devastado.

Aquellas semanas fueron las más dolorosas, no estábamos separados, pero tampoco juntos, nuestras conversaciones eran vacías, perdimos la chispa, la complicidad. Pensaba que lo nuestro terminaría en cualquier momento, pues todos dicen que una relación a distancia es un fracaso asegurado. Tuve que volver a Nueva York a dejar varias cosas en orden antes de comenzar a vivir en Viena, Adam no fue a verme mientras estuve allí. Pasamos más tiempo del que quiero admitir sin dirigirnos ni una sola palabra.

Sin embargo, cuando daba todo por perdido, nuestros caminos volvieron a cruzarse de la forma más inesperada. Digamos que Lily, mi hermana menor fue de gran ayuda, pero esa es, otra historia.

Ahora, creo que aquello fue lo mejor que nos pudo haber pasado. Habíamos cambiado, los dos necesitábamos ese tiempo para nosotros mismos, y finalmente buscamos la forma de solucionarlo. De eso se trataba la promesa que hicimos: mantenernos juntos a pesar de los obstáculos. Lo hemos manejado bastante bien desde entonces.

Sé que se preguntaran por mi sinigual grupo de amigos; Jena y Mason tuvieron un hermoso bebé varón: Calvin, la perfecta combinación de los dos, con el cabello oscuro, ojos marrones con rasgos asiáticos. Mi rol como madrina se basa en consentirle cada vez que los visito. Mason y Jena estudiaban y trabajaban para poder construir su familia, siempre los admiraré por su valentía.

La vida de Claire dio un giro que no imaginé, cuando fue a california descubrió su gran amor por el surf, se quedó allí entrenando y compitiendo en las olas, decidió estudiar biología marina, aunque intente ocultarlo, sabemos que es la mejor estudiante de su clase, y se graduó dos semestres antes de lo esperado; solo diré que jamás la había visto tan feliz.

Gabriel, sigue siendo igual de calmado y feliz, pudo recuperarse de su ruptura con Claire, y concentraba sus energías en el deporte y los voluntariados. Lo último que supe era que entrenaba un equipo juvenil de baloncesto.

50 DíasHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin