Iron Hide, Silk Heart | Eric Coulter Fan Ficción

#4: Traicionera

El siguiente día de entrenamiento vino muy pronto. Otra vez me encontré bostezando numerosas veces durante el desayuno.

Luego cometí el error de agachar mi cabeza brevemente.

"Levántate y brilla princesa."

Oh Dios, no tú otra vez.

Levanté mi cabeza para mirar a Eric que estaba parado enfrente de mí con una sonrisa sádica en su mirada. Tan guapo como era, estaba comenzando a molestar con su rutina de estar donde yo estoy. Solo es el segundo día y siento como si él ya me estuviera acosando.

"Buenos días." Me quejé, suprimiendo un bostezo.

"Corre." Habló.

Miré rápidamente a Sam y Chrissy, luego le di al líder una mirada de cuestionamiento.

"¿Qué?"

"Alrededor del recinto. Corre." Dijo más severamente.

Lo miré incrédula.

"¿Ahora?" pregunté.

Su expresión fue de divertida a molesta.

"Sí, ahora, ¡muévete!" su vozarrón me asustó, como también a la mitad del comedor.

Me levanté y salí corriendo, temiendo la siguiente hora de mi vida.

Maldito idiota.

Miré a la chica mientras se alejaba corriendo, mirando su trasero rápidamente.

Tiene una figura asombrosa, eso es seguro.

Sí, hacerla correr alrededor del recinto es un movimiento idiota, pero no me sentía mal por ello. Ella podía manejarlo, y al menos la mantenía alejada. Sin embargo momentos después, me di cuenta de que por más que ella no estuviera, los pensamientos inapropiados en mi cabeza no se detenían.

¿Qué estás haciendo Eric? ¡Ella es solo una iniciada Dios santo! Eres despiadado. Tienes una reputación que mantener.

Cuando regresé una hora después, sudorosa, sin aliento, y dolorida- fui directo a buscar una botella de agua. Cuatro y el resto de los transferidos estaban lanzando cuchillos.

Y adivina quién más está aquí...

Mis ojos encontraron los de Eric mientras acomodaba mi sostén gris deportivo. Me había sacado mi remera a la mitad del recorrido después de empaparla con sudor. Ahora mirando a mi tonificado estómago, éste estaba resbaladizo con sudor. Hacían casi 27 grados afuera hoy, tengo suerte de no tener un golpe de calor.

Cuando volví a mirar al frente, él todavía me estaba mirando. Sus ojos de hierro lucían casi animal mientras me miraba beber de mi agua. Definitivamente me estaba chequeando, y con nadie más mirando él no se molestaba en esconderlo. Sonreí para mí misma.

Esto podría ser divertido.

Levanté mi brazo y solté mi cabello de la cola de caballo, revolviéndolo. Luego levanté mi botella y lentamente la vertí sobre mi cabeza, dejando que el agua resbalara por mi cara y cuello.

Ugh, esto se siente maravilloso.

Cuando miré de nuevo a Eric, noté que estaba agarrando la mesa en la cual estaba inclinado. Incluso desde aquí podía ver sus nudillos volverse blancos. Le sonreí inocentemente, luego me volteé e hice mi camino hacia los cuchillos.

¿Qué te pareció mi venganza, Eric?

Como si ella no fuera ya extremadamente sexy en ese pequeño sostén deportivo, esta chica malvada está seriamente tirando agua sobre ella misma. Era lo suficientemente malo que no podía despegar mis ojos de ella.

Santa mierda, ¿qué me estás haciendo Lucy?

Por suerte mi chaqueta larga cubría mi entrepierna. Estoy casi seguro de que la erección que tenía ahora mismo, resaltaba como un pulgar hinchado. Pero tenía que admitirlo, ella sabe cómo provocar.

Será mejor que no la atrape sola otra vez, puede que no me controle.

Sacudo mi cabeza cuando ella me sonríe como si no supiera que me estaba tentando.

¡Perra traicionera!

Suspiré con alivio cuando ella finalmente se alejó. Necesitaba tomar aire, ahora mismo. E incluso también un vaso de whiskey.