Iron Hide, Silk Heart | Eric Coulter Fan Ficción

#42: Bienes Dañados

Viernes en la mañana, entré a la cafetería con una sonrisa en mi cara. Después de pasar el fin de semana observando las simulaciones de miedo de los nacidos en Osadía, no podía esperar para irme a la mierda de aquí.

No es fácil evitar a Eric, pero durante los momentos que sí lo veo, usualmente tiene a Sarah pegado a él. Le advertí a la chica que la mataría si volvía a acercarse a él, pero mi carrera como líder estaba colgando de un hilo y lo último que necesito es perder mi puesto por mi incapacidad de controlar mis emociones.

Me senté en la mesa con Chrissy y Four comiendo rosquillas mientras charlaban. De una manera estaba estancada debido a mi loco horario y humor inestable, pero a ellos no les importaba. Noté que Four también estaba un poco distante, y me preguntaba si tenía algo que ver con Tris. Las voces dicen que ella ha estado subiendo continuamente en el ranking y destrozando sus simulaciones de miedo.

Después de terminar de comer, me despedí de mis amigos y me dirigí a la entrada trasera para encontrarme con Marvin. Lo único que me desanimaba era tener que cargar todo un camión yo sola, lo que sin dudas llevaría la mayor parte del día.

El lunes a la noche cuando vi a Eric y Sarah en el bar juntos, pensé que había perdido mi cordura. Pero hoy me sentía fuerte. Era un golpe duro a mi corazón, pero todo lo que resta es seguir adelante como él dijo.

Cuando llegamos a Cordialidad, me sorprendí por toda la belleza que rodeaba su facción. Pasé mis días mirando al concreto y ventanas sucias. Pero aquí, el cielo era el techo y había vegetación por todos lados. No me extraña que esta gente sea tan feliz.

Marvin y yo bajamos del camión una vez que llegamos al almacén y él se fue con un agite de su mano para ir a hacer sus negocios. Así que comencé a cargar cajas marcadas con una O y me mantuve ocupada. Me sentía mal por odiar el trabajo aquí. Ahora le daba la bienvenida, echándole una mirada a los árboles a menudo y envidiando esta facción.

"¿Necesitas ayuda?" una amistosa voz masculina me asustó mientras le daba la vuelta al camión.

Salté y accidentalmente tiré la caja en mis manos, mirando al menos dos docenas de naranjas caerse al piso y rodar en diferentes direcciones.

"Oh, lo siento. No quise asustarte."

Cuando finalmente miré hacia arriba, me encontré con una cara familiar.

"¿Alex?" pregunté incrédula.

El hombre ante mí era una transformación que nunca esperé.

"Lucy Monroe." Reflexionó.

No había visto a mi antiguo compañero de clase desde la ceremonia de elección del año pasado, y ahora mi amigo de tanto tiempo estaba casi irreconocible.

Alex solía ser flacuchento y su cara estaba cubierta con acné adolescente. Pero ahora era un adulto completamente crecido con músculos del tamaño de mi cabeza. Debe haber crecido al menos 8 centímetros desde entonces. Sin todos los granos, él tenía piel suave dorada y ojos azul real.

"Oh mi Dios, ¿dónde se fue el pequeño Alex?" pregunté, abrazándolo.

Él era tan grande, literalmente me levantó del suelo.

"Lo sé. Eso es lo que te hace la vida en la granja."

"Eso digo. ¡Mira esas armas!" Me reí, apretando su brazo.

Él sonrió con alegría mientras asentía en acuerdo.

"Lucy, luces asombrosa. ¿Te gusta Osadía?"

"¡Oh lo amo! En realidad soy una líder ahora así que puedes decir que me está yendo genial."

"Wow, ¡me alegro por ti!"