Iron Hide, Silk Heart | Eric Coulter Fan Ficción

#7: Destiny

El día siguiente fue duro. Me dolían las piernas al agacharme y disparar, mi cabeza todavía dolía y me resultaba difícil saber dónde tiraba mis cuchillos. Cuatro no decía nada, solo daba un asentimiento de vez en cuando.

Eric me miraba atacar la bolsa de boxeo con un poco de fuerza, y finalmente se me acercó por ello.

"Golpea más fuerte." Dijo.

Así lo hice, pero no tuvo efecto. La bolsa nunca se movió.

"Más fuerte." Me dijo.

Golpeé.

"Si quieres ganar tu pelea hoy, será mejor que muevas esa bolsa. Enfurécete, no te rindas."

Sus palabras de aliento de sorprendieron, pero pronto comenzaba a pegar más fuerte, haciendo que la bolsa se estremezca de la fuerza. Sonreí para mí misma, y miré a Eric por aprobación. Obviamente él no la dio. Solo asintió y se fue.

Cuando vino el momento de pelear, miré a cada persona, decidiendo si podría derrotarlos o no. Mientras cada para iba siendo borrado de mi lista, solo me quedó una persona.

Destiny.

Pequeña sabionda de Verdad. Es una perra presumida. Siempre pensando que alguien quiere ser ella, que hablan de ella. Sin mencionar que ella siempre está coqueteando con Cuatro y Eric.

Eso hizo mi sangre hervir.

Sí, era tonto de mí sentirme un poco celosa. No es como si dejara que todos sepan que tengo un pequeño crush con él.

"¡Lucy, Destiny! ¡Última pelea!" Eric llamó.

Dejo salir una maliciosa sonrisa. No sería difícil golpear el trasero de esta chica. Ya no me gustaba. Y eso ni siguiera es no tomar en consideración su pequeño, rechoncho, y desalineado cuerpo.

Entré al ring en frente de la chica. Su cabello castaño corto estaba suelto.

No lo tiraré, eso es débil e insignificante.

Sus ignorantes ojos azules se encontraron con los míos antes de que yo tirara el primer golpe. Su cabeza se tiró para atrás cuando mi puño atrapó su mandíbula.

¡Ja!

Cuando ella vino hacia mí con ansiosos golpes, bloqueé cada uno de ellos y pateé el costado de sus rodillas, tirándola como una mosca. Tomé esta oportunidad para tirar mi codo a su cara. Ella cayó al suelo y agarró mis tobillos, haciéndome también caerme.

Destiny se subió arriba mío, poniéndose a horcajadas sobre mi falda mientras tiraba golpes de izquierda a derecha. ¡Ella estaba ganando!

¡No en mi turno perra!

Bloqueé sus movimientos y finalmente encontré un espacio para golpear su estómago. Cayó al suelo y me levanté, subiéndome arriba de ella. Luego continué golpeándola una y otra vez, sin mostrar piedad hasta que mis nudillos se abrieron y comenzaron a sangrar. Miré a Eric, y él me dio un asentimiento de aprobación.

Con un último golpe, Destiny estaba inconsciente.