#15: Nada que decir

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Escabullirme fuera de la habitación no fue difícil. Lo que era difícil era pasar sin ser vista por los guardias de Osadía. Me sentía como una espía, mi espalda contra la pared mientras caminaba en puntas de pie por el pasillo, por las escaleras para llegar al el piso que estaba fuera de los límites donde estaban los apartamentos de los líderes.

Emoción subió por mi espina dorsal cuando finalmente tenía la puerta de Eric en mi vista. El único problema era el guardia entre nosotros y las luces fosforescentes que parpadeaban sobre mi cabeza.

¿Él me está probando para ver si puedo pasar a los guardias? Porque totalmente podría estar durmiendo ahora mismo.

Me agaché en las sombras, contemplando cómo lo pasaría.

Mirando a mi alrededor por alguna clase de herramienta, noté una linterna en el suelo contra la pared.

¡Sí!

La agarré y volví a la esquina detrás de la abertura de las escaleras para que él no pudiera verme. Sostuve mi mano sobre el destello cuando la prendí, luego rápidamente tiré la linterna por las escaleras.

Hizo un montón de ruido, sonando fuertemente en cada escalón mientras descendía por ellos y brillaba fuertemente en cada dirección.

Me agaché cuando el guardia caminó enérgicamente hacia mí, luego bajando por las escaleras para investigar.

Corrí hacia la puerta de Eric, buscando el picaporte una vez que llegué ahí y la abrí sin siquiera golpear. Me volteé y cerré la puerta silenciosamente, mi corazón corriendo por la adrenalina.

Mirando alrededor, Eric no estaba donde lo pudiera ver. Tal vez está en el baño.

"Buen trabajo princesa."

Salté por el sonido de la grave voz de Eric desde detrás de mí. Me volteé para enfrentarlo a él y a su sonrisa.

"¿De dónde saliste?"

"Estaba hablando con Max. Estaba caminando por el pasillo cuando vi tu pequeño acto. Y tengo que decir, estoy impresionado."

Su halago se sentía bien, y sonreí abiertamente mientras iba al sofá y me sentaba. Él fue a la cocina para servir algunas bebidas.

"Gracias, supongo. ¿Me estabas probando?"

"No, pero si lo hubiera hecho, diría que pasaste." Dijo, regresando con dos pequeñas tazas.

"¿Qué es?" pregunté.

"Chocolate caliente." Respondió, empujando la pequeña taza azul en mi mano.

"Mmm." Respondí, oliendo la chocolatosa sustancia.

Él se sentó a mi lado.

"Estuve hablando con Cuatro hoy." dije casualmente.

"¿Oh sí?"

Miré a sus fríos ojos grises.

"Él sabe que estuve aquí anoche."

"Como que esperaba eso."

Le dio un sorbo a su cocoa.

"Me dijo que debería alejarme de ti. Que tú solo quieres usarme y luego tirarme."

Él me miró con una sonrisa perezosa.

"¿Crees todo lo que oyes?"

"Bueno no pero-"

"¿Entonces por qué estás aquí si hay un pero?" demandó, levantándose y caminando por la habitación.

"Quería saber tu lado de la historia."

"No hay ninguna historia. Soy solo yo. Si quieres tomar el consejo de Cuatro, entonces ahí está la puerta. No voy a dejar de dormir por ello." Me dijo, sus nudillos tornándose blancos mientras agarraba su taza más fuerte.

"Solo decía." Comencé.

"¿Solo decías qué? No hay nada que decir. Te follé anoche. No voy a encerrarte y tenerte como mi mascota. ¿Por qué no solo olvidamos que alguna vez pasó? ¿Por qué no te vas?" dijo, poniendo su taza en la mesa.

Cocoa se volcó en todos lados y me senté helada en el sofá.

"Eric." Dije.

Él se volteó y me dio una mirada intimidante.

"Es una orden, iniciada." Dijo severamente.

Me levanté lentamente y coloqué mi taza en la mesa de café, luego dejé su apartamento sin decir una palabra.

Tan pronto como cerré la puerta, miré alrededor para ver si el guardia había vuelto. No veía a nadie, asique caminé silenciosamente hacia las escaleras.

Estaba a mitad de camino de vuelta al dormitorio cuando juro que escuché a alguien llamar mi nombre.

"Lucy."

Me volteé y vi a Cuatro caminando hacia mí.

¿Qué está haciendo él despierto?

"¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó una vez que estaba frente a mí.

"No podía dormir asique fui a caminar." Mentí.

"Bueno será mejor que te acompañe. Los guardias aquí no son muy buenos con los iniciados, especialmente luego del toque de queda."

Asentí y caminé a su lado.

"Mañana es el comienzo de la última semana de la etapa uno. Mantén tu puesto, y te pondrás en camino para ser la primera de tu clase."

Le sonreí.

"¿Eso crees?"

"Creo que eres una de las mejores este año. ¿Tienes idea del trabajo que puedas querer?"

"En realidad no he pensado en eso."

"Bueno hay una posición de líder abierta. Max quería que yo fuera su mano derecha cuando me gradué, pero no la quise."

"¿Por qué no?" le pregunté.

"Numerosas razones. Pero mayormente porque no me gusta la responsabilidad. Prefiero mantener un perfil bajo y hacer mis cosas en vez de estar preocupándome por un montón de cosas. Eso, y realmente no me agrada Eric. Casi rechazo esta posición de entrenamiento por él."

"Hmm." Fue todo lo que dije, y llegamos al dormitorio.

"Bueno, duerme un poco. Nos vemos muy temprano."

"Está bien, buenas noches Cuatro."

Iron Hide, Silk Heart | Eric Coulter Fan FicciónWhere stories live. Discover now