Iron Hide, Silk Heart | Eric Coulter Fan Ficción

#21: Max

Esa noche en el apartamento de Eric, nos sentamos en el sofá mirando una vieja película de Disney compartiendo un gran tazón de palomitas.

La película que Eric robó- digo, tomó prestada de la librería de Osadía era El Rey León. Era una de mis favoritas, pero Eric no parecía estar prestándole atención.

"Viejo, Simba necesita dejar de ser un maricón y recuperar su reino. Necesita vengar a su papá." Se quejó, tragando un puñado de palomitas en su boca.

Me reí, sacudiéndole mi cabeza.

Luego vino la 'escena de amor' donde él persigue a Nala por la jungla con la infame Can you feel the love tonight. Eric inmediatamente resopló.

"Él es demasiado suave."

"Es una película infantil Eric, ¿qué estabas esperando?" pregunté con una sonrisa.

"Más matanza, ¡es un león por el amor de Dios! En la vida real, él estaría enroscando sus garras alrededor del cuello de Scar luego se acostaría con cada leona por orgullo y mataría cualquier cachorro que no fuera de él."

Le levanté una ceja.

"Bien Señor Inteligente, puedo ver que sí has aprendido algo en la escuela."

"Estaba en Erudición, por supuesto que aprendí algo."

Lo miré con una ceja fruncida.

"¿Erudición?"

Asintió.

"Nunca lo hubiera imaginado."

"Bueno, ¿de dónde más hubiera venido Cordialidad? Sabes que soy solo un pacífico, feliz chico." Dijo sarcásticamente.

Me reí un poco.

"En realidad estaba pensando en Verdad, por tu gran boca."

Él me lanzó falsas dagas, entrecerrando mis ojos hacia mí.

"No tengo una boca grande. Pero si quieres algo grande, puedo enseñarte algo que es grande." Dijo con una gran sonrisa.

Le di a su hombro un buen empujón.

"¡Eres tan pervertido!" digo, y él solo me empujó de vuelta.

No estaba esperando eso. Eric inmediatamente lo tomó como una oportunidad para subirse arriba mío, colocando mis muñecas por encima de mi cabeza.

"Por ti lo soy." Gruñó, inclinándose para morder mi cuello.

"¡Ow!" lloré, e intenté liberarme.

La lucha terminó conmigo en el piso, mis pies descansando en el sofá.

"¿Cayéndote por mí princesa?" bromeó, mirándome.

"Cállate, es tu culpa que esté aquí abajo."

Él solo se rió y me ofreció su mano. La tomé. Y él me colocó sin esfuerzo devuelta en el sofá.

"Qué fuerte eres." Bromeé.

Él sonrió.

"Mejor para follarte, mi querida." Contestó, colocándome contra su pecho con su brazo alrededor de mis hombros.

Justo entonces hubo un golpe en su puerta, y ambos nos dimos miradas nerviosas.

"Ve a esconderte en el baño." Ordenó, levantándose del sofá.

Me levanté y asentí, volteándome para ir al baño luego Eric agarró mi antebrazo acercándome hacia él, dándome un rápido pero hambriento beso. Las mariposas en mi estómago se volvieron salvajes mientras me iba caminando con una sonrisa. Cuando volví a mirar hacia atrás, Eric me estaba mirando caminar.