#29: Duro

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Un hermoso mes había pasado desde que me emborraché en la fiesta de Jake. Eric me cargó todo el camino hasta mi apartamento esa noche, y me dejó Ibuprofeno y una botella de agua en mi mesa de luz para cuando despertara.

Nadie me creería, pero Eric es un encanto. Puede que él sea un idiota con todos los demás, pero conmigo tiene corazón y compasión. Me dolía saber que nadie vería nunca el verdadero hombre debajo de todos esos tatuajes.

"Amor, ¿viste mis botas?" Eric preguntó mientras salía del baño con una toalla envuelta alrededor de sus caderas.

"No lo sé, hay ropa por todos lados de anoche." Me quejé, estirando mis brazos por encima de las frazadas.

Él se paró, con sus brazos cruzados y gotas de agua cayendo por su estómago. Una vista que haría que hasta las lesbianas se quedasen mirando. Le sonreí.

"Siempre podríamos volver hacia atrás." Sugerí, moviendo mis cejas.

Esto hizo que él sonriera esa traviesa sonrisa que me volvía loca.

"¿Oh sí? ¿Estás segura de poder soportar una segunda ronda?" preguntó, acercándose a mí mientras me sentaba en la orilla de la cama.

Me miró, sus ojos brillando con lujuria. Agarró mi mano y la ubicó en su estómago, haciéndome sentir sus abdominales duros como piedra debajo de su bronceada piel. Mordí mi labio, mirándolo.

"Creo que me las arreglaré." Dije.

Su sonrisa amenazadora envió escalofríos por mi cuerpo.

"Bueno, agárrate entonces."

En un rápido movimiento, él me agarró y me colocó sobre su falda mientras él se sentaba en la cama, agarrando mi trasero con sus grandes y ásperas manos.

"No gracias, soy de tomar riesgos." Bromeé, tomando su cara en mis manos.

Nuestros labios se encontraron apresuradamente, y Eric me besó con fuerza. Apretó duramente mis caderas, tratando de contener su anticipación. Cuando me alejé para sacar mi remera, él gruñó mientras me miraba.

"¿Tienes idea de cuán malditamente sexy eres? Literalmente me pones caliente todo el tiempo." Dijo, agarrando mis pechos en sus manos.

"¿Sí? Lo siento cariño." No lo sentía.

"Cállate, no lo sientes. Eres una perra traicionera, y lo amo." Gruñó, acostándonos en la cama.

Se veía gracioso con mi cabello colgando alrededor de su cara.

"Creo que deberías dejar crecer tu cabello como antes." Dije mientras él besaba mi cuello.

"No gracias. Demasiado mantenimiento, me gusta mi cabello ahora."

"¡Pero tiene el mismo mantenimiento que antes! Pasas más tiempo en el baño que yo."

Se alejó para mirarme con su cara de como sea.

"Bueno tengo que asegurarme que esto - señalando su cara - se quede como un diez."

"Oh sí, porque con tu cabello todo desordenado como está ahora te hace ver como un gato mojado." Bromeé.

"Te daré tu gato mojado." Dijo, lamiendo sus labios seductoramente.

"Eres asqueroso." Le dije, sentándome.

Él se rió, colocándome a su lado. Instintivamente cubrí mi pecho descubierto con mi brazo.

"Y tú eres adorable." Dijo.

Sus ojos brillaban ahora mientras me sonreía, y mi corazón se derritió.

"Pero me tengo que ir. Max quiere que haga una ronda para vigilar a los sin facción."

Iron Hide, Silk Heart | Eric Coulter Fan FicciónWhere stories live. Discover now